¿Adiós a los vapeadores en México? Aprueban en comisiones prohibición total; Monreal aclara: “Quien los use no irá a la cárcel”
La Cámara de Diputados alista para este martes la reforma que veta fabricación, importación, distribución y venta de cigarros electrónicos
CDMX.- En un momento de alta tensión legislativa, Ricardo Monreal, líder de Morena en la Cámara de Diputados, salió al quite este domingo para aclarar un bulo que ha circulado como reguero de pólvora: no, los chavos que fuman vapeadores no van a la cárcel. La reforma a la Ley General de Salud, que se votará hoy martes 9 de diciembre en el pleno, prohíbe de tajo la fabricación, importación, venta y publicidad de estos dispositivos, pero las penas de uno a ocho años de prisión y multas millonarias —hasta 2 mil veces la UMA— recaen exclusivamente en productores y comercializadores. Monreal lo dejó claro en conferencia: “Se ha dicho una mentira de que el que fume se la va a meter a la cárcel. Eso no es cierto”. El contexto es alarmante: el consumo entre adolescentes ha explotado un 200% en los últimos años, según datos de la Secretaría de Salud, impulsado por sabores dulces y marketing agresivo que disfrazan el riesgo de adicción a la nicotina y daños pulmonares irreversibles.
Esta movida no es improvisada; responde a recomendaciones globales de la OMS, que desde 2019 urge a los países a restringir estos “cigarrillos del futuro” por su impacto en la salud pública, especialmente en menores. Analíticamente, Monreal tiene razón al desmentir el alarmismo, pero surge la duda: ¿basta con multar a las grandes empresas importadoras —muchas chinas, según reportes aduanales— o se necesita un enfoque más educativo para frenar el mercado negro que ya asoma? La bancada morenista insiste en apercibimientos para usuarios y campañas de concientización, pero en un país donde el tabaco tradicional aún mata a 60 mil al año, esta prohibición podría ser un paso valiente... o solo un parche si no se ataca la raíz de la curiosidad juvenil.
El cierre de sesiones este semana acelera todo: junto a los vapeadores, se aprueban aranceles y reformas económicas, en un paquete que busca blindar la salud pública ante la “epidemia silenciosa” de adicciones modernas. Críticamente, es un triunfo para la prevención, pero el diablo estará en la ejecución: ¿quién vigilará las tienditas de la esquina o las redes sociales? México, que ya prohibió la publicidad de tabaco en 2022, da un salto adelante, pero sin recursos para un cumplimiento efectivo, podría quedar en buenas intenciones.



