Alerta de viaje de EU por violencia terrorista para 30 estados de México
Departamento de Estado desaconseja viajar a 30 estados, con seis en nivel de alerta máxima
EU.- En un golpe más a la imagen turística de México, el Departamento de Estado de Estados Unidos actualizó el 12 de agosto su aviso de viaje, advirtiendo a sus ciudadanos sobre riesgos de terrorismo, crimen organizado y secuestros en 30 de los 32 estados del país. La alerta, que clasifica a México en cuatro niveles de peligro, recomienda explícitamente no visitar seis entidades: Colima, Guerrero, Michoacán, Sinaloa, Tamaulipas y Zacatecas, catalogadas en el nivel 4, el más alto, equivalente a "No Viajar".
Este aviso no es nuevo en esencia –México ha lidiado con alertas similares desde hace años debido a la violencia de cárteles como el de Sinaloa o Jalisco Nueva Generación–, pero resalta un énfasis en el "riesgo de violencia terrorista, incluyendo atentados", un término que evoca escenarios más allá del narco habitual y que podría disuadir aún más a visitantes. Solo Campeche y Yucatán escapan a las mayores preocupaciones, clasificados en nivel 1 ("Precauciones Normales"), donde el turismo sigue fluyendo sin mayores interrupciones.
Críticamente, esta clasificación ignora matices: mientras entidades como Quintana Roo (nivel 2) reciben millones de turistas anualmente sin incidentes masivos, el aviso generaliza riesgos que, según datos del propio gobierno mexicano, se concentran en zonas específicas alejadas de polos turísticos. Sin embargo, cifras verificadas del Departamento de Estado citan homicidios, secuestros y robos como amenazas reales, limitando incluso la movilidad de sus propios empleados diplomáticos, quienes no pueden conducir entre ciudades ni usar taxis de la calle. El impacto económico es innegable: en 2024, México captó 35 millones de visitantes estadounidenses, pero alertas como esta podrían erosionar esa cifra, agravando tensiones bilaterales en un contexto de migración y narcotráfico.
El gobierno mexicano, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, ha rechazado en el pasado estas alertas como "exageradas", argumentando que distorsionan la realidad. Pero con la violencia persistente –más de 30,000 homicidios anuales en promedio–, urge una respuesta más allá de la retórica para restaurar la confianza internacional.

