Alito Moreno lanza bomba en el arranque legislativo: "Morena no es un partido, no son un movimiento, son un cártel que pactó con los criminales"
El senador priista acusó a Morena de amenazar la seguridad y estabilidad de México durante el arranque de la LXVI Legislatura
CDMX.- En el arranque de la LXVI Legislatura del Congreso de la Unión, este 1 de septiembre de 2025, el senador priista Alejandro "Alito" Moreno Cárdenas no se guardó nada. Desde la tribuna, acusó a Morena de no ser un partido político sino "un cártel que pactó con los criminales", y de estar "destruyendo al Estado mexicano". Sus palabras, pronunciadas en medio de un ambiente tenso por la reciente mayoría calificada de Morena y aliados, escalaron la polarización: "Son la amenaza más grave a la paz, la seguridad y la integridad territorial no solo de nuestra nación, sino de toda la región", remató, alertando sobre un supuesto "terrorismo" que se expande por América.
El contexto no podría ser más volátil. Morena, impulsado por el legado de Andrés Manuel López Obrador, arrasó en las elecciones de junio pasado y ahora busca reformas clave, que la oposición ve como un golpe al equilibrio de poderes. Alito, líder del PRI desde 2019, representa a un partido en declive, con solo 33 diputados y 14 senadores, lejos de su hegemonía pasada. Sus ataques parecen una estrategia de supervivencia, pero chocan con sus propios escándalos: la Fiscalía de Campeche lo acusa de desviar 83.5 millones de pesos durante su gubernatura (2015-2019), y pide su desafuero. Además, audios filtrados en 2022 lo muestran jactándose de influencias indebidas, y recientemente protagonizó un altercado físico con el morenista Gerardo Fernández Noroña en el Senado, lo que ha avivado llamados para quitarle el fuero.
Críticamente, estas declaraciones suenan a hipocresía. Mientras Alito denuncia nexos con el crimen organizado, su propio historial incluye señalamientos de corrupción y hasta vínculos con grupos delictivos en Campeche, según investigaciones periodísticas. Morena respondió exigiendo su desafuero, tachándolo de "provocador" y recordando que el PRI gobernó México por décadas con acusaciones similares de pactos oscuros. En un país con más de 180 mil homicidios en el sexenio saliente, estas guerras verbales distraen de soluciones reales, pero revelan cómo la política mexicana se ha convertido en un ring donde las acusaciones vuelan más rápido que las reformas. ¿Servirán para unir a la oposición o solo para profundizar la grieta? El tiempo, y el Congreso, lo dirán.