¿Amparo fantasma o estrategia política?: La defensiva de Andy López Beltrán Desata Polémica
El hijo del expresidente AMLO asegura que las acusaciones son parte de una campaña en su contra, según un comunicado emitido este 17 de septiembre
CDMX.- Andrés Manuel López Beltrán, hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador, salió al paso este miércoles con un comunicado que niega tajantemente haber tramitado un amparo contra una posible orden de aprehensión, junto a su hermano Gonzalo y otras 14 personas. El texto, dirigido a militantes de Morena y a la opinión pública, tilda la acusación de ser un montaje orquestado por la “mafia del poder económico” y sus aliados en los medios, mientras exige una investigación al Poder Judicial.
El contexto no ayuda a disipar las dudas. El pasado martes, El Financiero reveló que un abogado presentó electrónicamente un amparo a favor de los hermanos López Beltrán, un movimiento que, de confirmarse, encendería las alarmas sobre su exposición legal tras años de señalamientos por presuntos nexos con escándalos como el caso Segalmex. Sin embargo, la respuesta de “Andy” va más allá de la negación: acusa a sus adversarios de fabricar una campaña de desprestigio y se aferra a una narrativa de victimización que recuerda los discursos de su padre durante su sexenio.
El comunicado, firmado con un trazo personal, mezcla desmentidos con un llamado a respaldar las decisiones de la presidenta Claudia Sheinbaum, sugiriendo que todo forma parte de una operación política más amplia. Pero la pregunta persiste: si no tramitaron el amparo, ¿quién lo hizo y por qué? La falta de claridad y la rapidez con que se deslindan levantan sospechas sobre si esta defensa es un intento de blindaje preventivo o una reacción tardía a un desliz expuesto.
El caso pone en jaque la credibilidad de la familia López Obrador, cuya imagen ha sido erosionada por acusaciones de corrupción que el expresidente siempre desestimó. Mientras el Poder Judicial analiza el asunto, la opinión pública queda dividida entre quienes ven una persecución y quienes creen que los hechos hablan por sí mismos. La verdad, por ahora, sigue siendo un terreno resbaladizo en medio de esta guerra de narrativas.