Analgésicos comunes podrían potenciar resistencia a antibióticos, según estudio
Un estudio australiano revela que medicamentos como ibuprofeno y paracetamol, al combinarse con antibióticos, triplican mutaciones en E. coli, aumentando su resistencia
Australia.- En un mundo donde la resistencia a los antibióticos ya es una amenaza global que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), causó directamente 1.27 millones de muertes en 2019 y podría llegar a 10 millones anuales para 2050 si no se actúa, un reciente estudio australiano añade un giro preocupante, medicamentos comunes como el ibuprofeno y el paracetamol podrían estar acelerando este problema cuando se combinan con antibióticos.
Publicado en la revista npj Antimicrobials and Resistance del grupo Nature, el trabajo de investigadores de la Universidad de South Australia analizó cómo nueve fármacos no antibióticos —incluyendo ibuprofeno, paracetamol (acetaminofén), diclofenac y otros como metformina o atorvastatina— interactúan con el antibiótico ciprofloxacino en la bacteria Escherichia coli (E. coli), común en infecciones intestinales y urinarias. En experimentos de laboratorio, exponer la bacteria a concentraciones intestinales de estos analgésicos junto al antibiótico triplicó las mutaciones genéticas, elevando la resistencia no solo a ciprofloxacino (hasta 64 veces en algunos casos), sino también a otros antibióticos de distintas clases, gracias a la activación de "bombas de eflujo" que expulsan los medicamentos de las células bacterianas.
La investigadora Riete Venter, citada en reportes, advierte que esto es especialmente riesgoso en residencias de ancianos, donde la polimedicación es habitual: "Es un caldo de cultivo ideal para que las bacterias intestinales se vuelvan resistentes". Sin embargo, hay que matizar: el estudio es in vitro, no en humanos, y se centra en E. coli, por lo que no implica dejar de usar estos analgésicos, pero sí urge revisar combinaciones en pacientes vulnerables.
Este hallazgo refuerza la necesidad de políticas contra el abuso de medicamentos, en un contexto donde la OMS estima que el 50% de los antibióticos se usan innecesariamente. ¿Cambiará esto cómo prescribimos? El tiempo —y más investigaciones— lo dirá, pero por ahora, vale la pena pensarlo dos veces antes de mezclar pastillas.