Análisis: Sheinbaum supera a AMLO en combate al narco, conciliación política y aceptación popular, entre otros
Claudia supera a AMLO en estilo de gobierno, la eficiencia administrativa, conciliación política, combate al narco y aceptación popular.
Análisis.- La llegada de Claudia Sheinbaum a la presidencia de México el 1 de octubre de 2024 marcó un hito histórico: se convirtió en la primera mujer en ocupar el cargo en los 200 años de vida independiente del país. Como sucesora de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), su antecesor y líder del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Sheinbaum heredó un legado político complejo, caracterizado por una alta popularidad, un proyecto transformador y una serie de desafíos pendientes. A poco más de cinco meses de su mandato (al 12 de marzo de 2025), este ensayo plantea —con base en información disponible—, cómo Claudia Sheinbaum supera a AMLO en ciertos aspectos clave de su gestión, como el estilo de gobierno, la eficiencia administrativa, la conciliación política, el combate al narco y la aceptación popular, aunque aún enfrenta retos significativos para consolidar su liderazgo.
Contexto histórico y punto de partida
Andrés Manuel López Obrador gobernó México de 2018 a 2024 bajo el lema de la "Cuarta Transformación" (4T), un proyecto que prometía justicia social, combate a la corrupción y una redistribución de la riqueza. Su sexenio se destacó por una popularidad sostenida —cerró con un 70% de aprobación según encuestas como la de El Financiero— y por políticas como los programas sociales (pensiones para adultos mayores y becas para estudiantes) y el fortalecimiento de empresas estatales como Pemex. Sin embargo, su estilo confrontativo, su centralización del poder y su manejo de temas como la seguridad y el crecimiento económico dejaron críticas y tareas pendientes.
Claudia Sheinbaum, por su parte, asumió la presidencia con un respaldo electoral abrumador: obtuvo casi el 60% de los votos en las elecciones del 2 de junio de 2024, superando el 53% de AMLO en 2018. Su trayectoria como científica, exjefa de Gobierno de la Ciudad de México y aliada de AMLO le otorgó una base sólida, pero también la presión de estar a la altura de un predecesor carismático. A continuación, se comparan ambos gobiernos en áreas clave para sustentar la tesis de que Sheinbaum supera a AMLO.
1.- Estilo de gobierno: Orden y conciliación frente a polarización
Uno de los aspectos más distintivos de AMLO fue su estilo de comunicación directa y polarizante en las "mañaneras", para marcar la agenda política y confrontar a opositores, medios y élites. Si bien esto fortaleció su conexión con las bases populares, también generó divisiones y críticas por su tono improvisado y, en ocasiones, agresivo. Según analistas como Humberto Beck, las mañaneras de AMLO fueron "un pilar fundamental de su carisma", pero también un espacio de estigmatización.
Sheinbaum, en contraste, ha adoptado un enfoque más ordenado y menos confrontativo. Aunque mantuvo las mañaneras, las ha ajustado a su personalidad meticulosa y académica: son más breves (30-40 minutos frente a las tres horas de AMLO), estructuradas y evitan ataques directos a la prensa o la oposición. Dalila Sarabia, reportera de Animal Político, señala que Sheinbaum "no se engancha" ni prolonga señalamientos, enfocándose en temas específicos con datos. Un reporte reciente de Banamex (11 de marzo de 2025, citado en Forbes México) indica que el electorado evalúa mejor este estilo, percibiéndolo como más profesional y conciliador. Esta diferencia sugiere que Sheinbaum supera a AMLO en la capacidad de gobernar sin exacerbar la polarización, un logro significativo en un país dividido.
2.- Eficiencia administrativa y enfoque técnico
AMLO fue un líder carismático, pero su gestión enfrentó críticas por una ejecución desordenada y una dependencia excesiva en su figura. Proyectos como el Tren Maya o la refinería Dos Bocas, aunque emblemáticos de la 4T, se vieron empañados por sobrecostos y retrasos. Además, su rechazo a las energías renovables y su apuesta por Pemex —con deudas de 106 mil millones de dólares— limitaron el avance en sostenibilidad, dejando a México con apenas un 3.8% de electricidad solar en 2022.
Sheinbaum, con su formación científica (doctora en Ingeniería Energética), ha mostrado un enfoque más técnico y planificado. Durante su gestión como jefa de Gobierno (2018-2023), implementó políticas exitosas como el manejo de la pandemia de COVID-19 —con un enfoque en rastreo y pruebas que mejoró los resultados en la Ciudad de México— y la creación de universidades públicas gratuitas. Como presidenta, ha priorizado la transición energética, prometiendo invertir 13.6 mil millones de dólares en energías limpias, un giro respecto a la política fósil de AMLO. Aunque mantiene el apoyo a Pemex, su discurso busca equilibrar desarrollo y sostenibilidad, lo que podría traducirse en una administración más eficiente y adaptada a los retos globales.
3.- Conciliación política: AMLO sólo se reunió con gobernadores de Morena; Claudia Sheinbaum se reúne con todos gobernadores incluidos de oposición
La relación entre el Ejecutivo federal y los gobernadores estatales en México es un indicador clave del estilo de gobierno y la disposición al diálogo político en un país caracterizado por su diversidad ideológica y partidista. Durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y los primeros meses de la presidencia de Claudia Sheinbaum, se observan diferencias significativas en el trato con gobernadores, especialmente los emanados de partidos de oposición.
AMLO evitó reunirse de manera directa y formal con gobernadores de oposición, limitando sus encuentros principalmente a mandatarios de Morena y aliados, mientras que Sheinbaum ha adoptado una postura más incluyente al reunirse con todos los gobernadores, incluidos los de oposición.
Andrés Manuel López Obrador: Un enfoque restringido a su base política
Durante su presidencia, AMLO mantuvo un estilo de gobierno centralizado y polarizante, priorizando el contacto con gobernadores afines a su proyecto de la "Cuarta Transformación" (4T). Aunque no existe una declaración oficial explícita en la que AMLO rechazara reunirse con gobernadores de oposición, su práctica habitual fue evitar encuentros bilaterales o multilaterales formales con mandatarios del PAN, PRI, PRD o Movimiento Ciudadano (MC), salvo en contextos excepcionales o protocolares. En cambio, sus reuniones documentadas se concentraron en gobernadores de Morena y sus aliados (PT y PVEM).
Un ejemplo claro es la reunión del 27 de junio de 2024, convocada por Claudia Sheinbaum como presidenta electa en el Hotel Hilton de la Ciudad de México. AMLO asistió como "sorpresa", pero el encuentro incluyó exclusivamente a gobernadores en funciones y electos de Morena, como Delfina Gómez (Edomex), Rocío Nahle (Veracruz) y Clara Brugada (CDMX). Según reportes de El Financiero y Proceso, no se registró la presencia de gobernadores de oposición, lo que refuerza la idea de que AMLO privilegiaba la unidad interna de su movimiento sobre el diálogo con adversarios políticos.
Otro caso relevante es su relación con la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), un espacio tradicional de coordinación entre el Ejecutivo federal y los estados. En 2019, AMLO cuestionó la utilidad de la Conago, acusándola de ser un instrumento de la "vieja política", y en mayo de 2020, tras la salida de varios gobernadores opositores —como Enrique Alfaro (MC, Jalisco) y Javier Corral (PAN, Chihuahua)— para formar la Alianza Federalista, el presidente optó por no asistir a sus reuniones ni buscar un acercamiento directo con los disidentes. En su lugar, mantuvo encuentros selectivos con gobernadores de Morena, como los de Puebla, Chiapas y Tabasco, para discutir temas como seguridad y obra pública, según notas periodísticas de Expansión Política y El País.
La estrategia de AMLO se alineaba con su narrativa de confrontación con las élites y la oposición, a la que frecuentemente llamó "conservadores" o "neoliberales". Esto se reflejó en su negativa a reunirse con gobernadores como Mauricio Kuri (PAN, Querétaro) o Samuel García (MC, Nuevo León) en sus estados, salvo en giras de trabajo donde el contacto fue mínimo y protocolario. Por ejemplo, en Querétaro, Kuri señaló en 2024 que, aunque tuvo "una buena relación" con AMLO, esta no se tradujo en reuniones bilaterales ni en un diálogo estructural, sino en respeto mutuo a distancia.
Claudia Sheinbaum: Un enfoque incluyente desde el inicio
En contraste, Claudia Sheinbaum ha mostrado una disposición distinta al diálogo interpartidista desde el inicio de su mandato. A menos de seis meses de asumir la presidencia, ha sostenido reuniones con gobernadores de todos los partidos, incluidos los de oposición, demostrando un cambio en el enfoque hacia la gobernabilidad y la conciliación. Esta postura comenzó incluso antes de tomar posesión, cuando, como presidenta electa, se reunió con mandatarios del PAN, PRI y MC en agosto de 2024 para discutir proyectos estratégicos, según reportes de Diario de México y El País.
Un hito significativo ocurrió el 16 de enero de 2025, durante el Encuentro Nacional Municipalista en el World Trade Center de la Ciudad de México. Sheinbaum convocó a los 31 gobernadores y a los 2,475 alcaldes del país, logrando una asistencia inédita que incluyó a figuras de oposición como Mauricio Kuri (PAN, Querétaro), María Teresa Jiménez (PAN, Aguascalientes), Samuel García (MC, Nuevo León) y Manolo Jiménez (PRI, Coahuila). Según Infobae y El Sol de México, el evento sirvió para firmar un acuerdo de distribución de recursos federales a comunidades indígenas, un tema que requería coordinación con todos los niveles de gobierno, independientemente de su filiación política.
Otro ejemplo destacado es la asamblea informativa del 9 de marzo de 2025 en el Zócalo, en respuesta a la política arancelaria de Donald Trump. Sheinbaum recibió el respaldo de seis gobernadores de oposición —María Teresa Jiménez (Aguascalientes), Pablo Lemus (Jalisco), Manolo Jiménez (Coahuila), Esteban Villegas (Durango), Mauricio Kuri (Querétaro) y Samuel García (Nuevo León)— quienes subieron al templete y expresaron apoyo a su estrategia. Este "cierre de filas" fue interpretado por analistas de El País como un signo de su capacidad para tender puentes con la oposición, algo que AMLO rara vez buscó.
Además, Sheinbaum ha visitado estados gobernados por la oposición, como Chihuahua, Guanajuato y Nuevo León, acompañada de bienvenidas públicas de sus mandatarios. Por ejemplo, en Querétaro, el 13 de octubre de 2024, colaboró con Kuri en el arranque del tren México-Querétaro, un proyecto que simboliza su apuesta por la cooperación intergubernamental. Estas acciones contrastan con la actitud de AMLO, quien, según El Financiero, limitó su interacción con la oposición a través de la Secretaría de Gobernación, evitando el contacto directo.
La evidencia sugiere que AMLO mantuvo una política de exclusión deliberada hacia los gobernadores de oposición, enfocándose en fortalecer su base política y evitar negociaciones que pudieran debilitar su narrativa. En cambio, Claudia Sheinbaum, en apenas cinco meses de gobierno, ha roto con esta dinámica al incluir a todos los gobernadores en reuniones clave, evidenciando un enfoque más conciliador y práctico.
4.- Combate al Narco: Los “abrazos no balazos” de AMLO contra el combate al Narco de Sheinbaum
El combate al narcotráfico y al crimen organizado en México ha sido un tema central en la agenda política del país durante décadas, con enfoques que han oscilado entre la confrontación directa y estrategias más sociales. Durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y los primeros meses de la presidencia de Claudia Sheinbaum, se observan diferencias marcadas en sus posturas y resultados frente a este desafío. AMLO se rehusó a combatir de manera frontal al narcotráfico y al crimen organizado, priorizando una política de "abrazos, no balazos", mientras que Sheinbaum ha adoptado un enfoque más activo y ha logrado resultados tangibles en sus primeros meses de gobierno.
AMLO: Una negativa explícita al enfrentamiento directo contra el Narco
Andrés Manuel López Obrador asumió la presidencia con la promesa de romper con la "guerra contra el narcotráfico" iniciada por Felipe Calderón (2006-2012), la cual dejó más de 150,000 muertos y una escalada de violencia. En su lugar, propuso una estrategia basada en atender las causas sociales de la delincuencia —como la pobreza y la falta de oportunidades— bajo el lema "abrazos, no balazos". Esta postura fue explicitada en múltiples ocasiones. El 30 de enero de 2019, apenas dos meses después de tomar posesión, AMLO declaró en una conferencia matutina que "oficialmente se termina la guerra contra el narcotráfico; nosotros no vamos a continuar con esa estrategia", según reportes de El País y La Jornada. Su enfoque se centró en programas sociales como "Jóvenes Construyendo el Futuro" y en evitar enfrentamientos directos con los cárteles.
Un episodio emblemático de esta negativa fue el "Culiacanazo" del 17 de octubre de 2019, cuando el Ejército mexicano capturó a Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín "El Chapo" Guzmán, pero lo liberó horas después tras enfrentamientos con el Cártel de Sinaloa que dejaron 14 muertos y decenas de heridos. AMLO justificó la decisión afirmando que "no se puede apagar el fuego con el fuego" y que priorizó la vida de los civiles sobre la captura de un capo. Esta acción fue interpretada por analistas como Anabel Hernández, en entrevista con La Razón, como una señal de claudicación ante el crimen organizado.
A lo largo de su sexenio, las cifras reflejan las consecuencias de esta política. Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), entre diciembre de 2018 y septiembre de 2024 se registraron 199,619 homicidios dolosos, un promedio de 30,000 anuales, lo que convirtió su administración en la más violenta de la historia moderna de México. Además, el gobierno de AMLO no extraditó a capos significativos a Estados Unidos de manera proactiva, salvo casos aislados como el de Ovidio Guzmán en 2023, impulsado por presión externa tras su recaptura. En palabras de Javier Oliva, politólogo de la UNAM citado por Sputnik Mundo, "la estrategia de AMLO no buscó desmantelar estructuras criminales, sino contenerlas sin confrontación".
Claudia Sheinbaum: Resultados iniciales en el combate al Narco
Claudia Sheinbaum, al asumir la presidencia, heredó un país con niveles críticos de violencia y un crimen organizado fortalecido. Sin embargo, en sus primeros cinco meses de gobierno, hasta el 12 de marzo de 2025, ha mostrado un enfoque más activo y resultados concretos que contrastan con la pasividad de su antecesor. Aunque mantuvo el discurso de "no regresar a la guerra de Calderón" —como afirmó en su plan de seguridad presentado el 8 de octubre de 2024—, Sheinbaum ha combinado la atención a las causas con operativos focalizados y una mayor cooperación internacional.
Un informe del gobierno federal publicado el 3 de diciembre de 2024 en gob.mx detalla algunos logros iniciales. Entre octubre y noviembre de 2024, en estados como Guanajuato, Guerrero y Sinaloa, se desmantelaron 43 laboratorios clandestinos de metanfetaminas, asegurando más de 105,000 litros de sustancias químicas y afectando a los cárteles con pérdidas estimadas en 14,528 millones de pesos. Además, se incautaron 27.4 kilos de fentanilo en Toluca y se detuvo a figuras clave como Ismael "El Buchanas" en Puebla y Omar "N" en Sinaloa, vinculados a violencia y tráfico transfronterizo. Estos operativos, coordinados entre la Guardia Nacional, el Ejército, la Marina y la Fiscalía General de la República (FGR), reflejan un uso intensivo de inteligencia y fuerza que AMLO evitaba.
El golpe más significativo ocurrió el 27 de febrero de 2025, cuando Sheinbaum autorizó la extradición de 29 narcotraficantes a Estados Unidos, incluyendo operadores del Cártel de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación (CJNG). Según Forbes México, esta acción —presionada por la amenaza de aranceles de Donald Trump— marcó un cambio drástico respecto a la renuencia de AMLO a colaborar en extradiciones masivas. Organizaciones como México Evalúa, en un análisis del 18 de enero de 2025, concluyeron que "los primeros 100 días de Sheinbaum muestran un abandono de la política de 'abrazos, no balazos' en favor de operativos y decomisos", con una reducción del 18.1% en homicidios dolosos comparada con el arranque de AMLO.
La diferencia entre ambos mandatarios radica en su enfoque y ejecución. AMLO apostó por una estrategia pasiva, evitando el enfrentamiento directo y justificándolo como un medio para "construir la paz". Sin embargo, esto no redujo la violencia ni debilitó a los cárteles, que expandieron su control territorial en estados como Michoacán y Chiapas. Sheinbaum, en cambio, ha priorizado la inteligencia y la acción coordinada, logrando capturas, decomisos y extradiciones en un tiempo récord. Aunque su discurso evita la retórica bélica, sus resultados sugieren una voluntad de afectar las estructuras criminales que AMLO dejó intactas.
No obstante, el panorama de Sheinbaum no está exento de críticas. Algunos expertos, como Anabel Hernández en La Razón, argumentan que su plan es un "reload" de la estrategia de AMLO, con riesgos de repetir errores si no aborda la corrupción estructural. Además, la reducción de homicidios podría ser temporal o influida por factores externos, como la presión de Estados Unidos. Aun así, los datos iniciales muestran un contraste claro con la inacción de su predecesor.
Claudia Sheinbaum, en sus primeros meses como presidenta, ha mostrado resultados concretos —desmantelamiento de laboratorios, capturas de capos y extradiciones masivas— que indican un enfoque más proactivo y efectivo. Si bien su estrategia aún debe consolidarse, la evidencia hasta marzo de 2025 sugiere que Sheinbaum está superando la postura evasiva de AMLO en el combate al crimen organizado, marcando un giro significativo en la política de seguridad de México.
5.- Aceptación popular: La mayor concentración en el Zócalo CDMX con AMLO y Claudia Sheinbaum como presidentes
El Zócalo de la Ciudad de México, como epicentro político y cultural del país, ha sido escenario de concentraciones masivas durante los mandatos de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y de Claudia Sheinbaum.
Andrés Manuel López Obrador: La mayor concentración como presidente
Durante su sexenio, AMLO convocó múltiples eventos masivos en el Zócalo, desde celebraciones patrias hasta actos políticos. Uno de los eventos más destacados por su afluencia fue el "AMLOFest" del 1 de julio de 2019, realizado para conmemorar el primer aniversario de su victoria electoral en 2018. Según estimaciones del Gobierno de la Ciudad de México, encabezado entonces por Claudia Sheinbaum como jefa de Gobierno, asistieron 250,000 personas. Este dato fue reportado por medios como El Universal y La Jornada, quienes destacaron que la plancha del Zócalo y calles aledañas como 20 de Noviembre y 5 de Mayo estuvieron abarrotadas. El evento incluyó un informe de gobierno y un concierto, lo que atrajo a simpatizantes de todo el país.
Otros eventos relevantes de AMLO, como el Grito de Independencia del 15 de septiembre de 2023, también reunieron multitudes significativas. Para este último, la Secretaría de Gobierno de la CDMX reportó 280,000 asistentes, según Infobae, lo que lo convierte en la mayor concentración documentada de su presidencia en el Zócalo hasta el final de su mandato en 2024. Este número superó las cifras de años anteriores, como las 130,000 personas estimadas en el Grito de 2022, y reflejó la popularidad sostenida de AMLO, quien cerró su sexenio con una aprobación superior al 70%. La capacidad del Zócalo, estimada en hasta 300,000 personas según expertos urbanistas citados por Animal Político, fue casi alcanzada en este evento, con asistentes ocupando incluso el perímetro del primer cuadro.
Claudia Sheinbaum: La mayor concentración como presidenta hasta marzo de 2025
Claudia Sheinbaum, en sus primeros cinco meses como presidenta, ha continuado la tradición de usar el Zócalo como espacio de conexión con la ciudadanía. El evento con la mayor concentración registrada hasta el 12 de marzo de 2025 fue la asamblea informativa del 9 de marzo de 2025, convocada para celebrar los acuerdos con Estados Unidos sobre aranceles. Según la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México, encabezada por Martí Batres, asistieron 350,000 personas, una cifra publicada por Infobae y corroborada por El País. Este acto, que incluyó un mensaje de Sheinbaum y la presencia de gobernadores de oposición, desbordó la plancha del Zócalo, con asistentes extendiéndose hacia calles como Madero y 16 de Septiembre.
Otro evento notable fue su toma de posesión el 1 de octubre de 2024, seguido de la entrega del bastón de mando indígena en el Zócalo. Aunque fue masivo, las estimaciones varían: El País reportó "cientos de miles" sin precisar una cifra exacta, mientras que AP News sugirió una asistencia menor a la del 9 de marzo de 2025, probablemente alrededor de 200,000 personas, dado que el enfoque principal estuvo en la ceremonia oficial en el Congreso. Sin embargo, la asamblea del 9 de marzo destaca como el evento de mayor concurrencia, superando la capacidad típica del Zócalo y reflejando el respaldo inicial a Sheinbaum, cuya aprobación ronda el 78% según encuestas de El Financiero.
Comparación y análisis cuantitativo
AMLO: La mayor concentración documentada fue de 280,000 personas el 15 de septiembre de 2023, durante el Grito de Independencia. Este evento aprovechó el fervor patrio y la popularidad acumulada tras casi cinco años de gobierno, con una logística que incluyó pantallas gigantes y accesos organizados.
Sheinbaum: La mayor concentración hasta marzo de 2025 fue de 350,000 personas el 9 de marzo de 2025. Este número, superior en 70,000 asistentes al récord de AMLO, ocurrió en un contexto de respuesta a una negociación internacional y con una base de apoyo heredada de la 4T, amplificada por su propio liderazgo.
La diferencia puede explicarse por varios factores. Primero, el evento de Sheinbaum tuvo un carácter festivo y de "cierre de filas" ante una amenaza externa (los aranceles de Trump), lo que movilizó a sectores diversos, incluidos opositores. Segundo, la novedad de su mandato y su perfil como la primera presidenta podrían haber incentivado una mayor asistencia. En contraste, el evento de AMLO, aunque masivo, se enmarcó en una tradición anual que, si bien convocante, no tuvo el mismo impacto movilizador que una coyuntura específica.
Las cifras provienen de estimaciones oficiales del Gobierno de la CDMX, lo que podría implicar sesgos, ya que ambos presidentes pertenecen a Morena. No existen conteos independientes precisos para todos los eventos, y la capacidad del Zócalo varía según la distribución del espacio (escenarios, vallas, etc.). Además, la afluencia de AMLO podría haber sido mayor en eventos no analizados aquí, como mítines previos a su presidencia (e.g., 2006 o 2012), pero este análisis se limita a su periodo como presidente.
Hasta el 12 de marzo de 2025, la mayor concentración de personas en el Zócalo durante un evento de Andrés Manuel López Obrador como presidente fue de 280,000 el 15 de septiembre de 2023, mientras que para Claudia Sheinbaum como presidenta fue de 350,000 el 9 de marzo de 2025. Esto indica que, en este punto de comparación, Sheinbaum supera a AMLO por 70,000 asistentes en sus respectivos eventos más concurridos. La diferencia subraya la capacidad de Sheinbaum para movilizar multitudes en un corto plazo, aunque el legado de AMLO como convocante sigue siendo un referente histórico. Con más tiempo en el cargo, Sheinbaum podría consolidar o superar aún más estas marcas, dependiendo de los eventos futuros.
Resumen
A pesar de su corto tiempo en el cargo, Sheinbaum ha mostrado avances que contrastan con el sexenio de AMLO. En seguridad, un área donde López Obrador no logró reducir significativamente la violencia (con tasas de homicidios cercanas a 30,000 anuales), Sheinbaum propone replicar su estrategia de la Ciudad de México, que redujo delitos de alto impacto mediante coordinación policial y atención a causas sociales. En economía, mientras el crecimiento bajo AMLO promedió un 1.1% anual —lastrado por la pandemia y políticas conservadoras—, Sheinbaum ha prometido aprovechar el nearshoring para atraer inversión extranjera, un enfoque más pragmático.
La percepción pública refuerza esta ventaja: encuestas iniciales tras su toma de posesión le otorgan un 90% de imagen positiva, superando el 70% con que AMLO dejó el poder. Esto indica que Sheinbaum no solo capitaliza la popularidad de su antecesor, sino que la amplifica con su propio sello, basado en competencia técnica y estabilidad.
Retos y limitaciones
No obstante, afirmar que Sheinbaum supera a AMLO requiere matices. Su dependencia del legado de la 4T —como las reformas judiciales y la militarización de la Guardia Nacional— podría limitar su autonomía. Además, enfrenta desafíos estructurales (violencia, desigualdad, informalidad) que AMLO no resolvió, y su éxito dependerá de resultados a largo plazo. La sombra de su mentor sigue siendo un factor: como señala Mariel Ibarra de Expansión, "no está claro si podrá forjar su propio camino".
Conclusión
Claudia Sheinbaum supera a Andrés Manuel López Obrador en aspectos como el estilo de gobierno, la eficiencia administrativa, la conciliación política, el combate al narco y la aceptación popular, gracias a su enfoque ordenado, técnico y menos polarizante. Aunque su presidencia aún está en sus primeras etapas y enfrenta retos heredados, los indicios sugieren que podría consolidar un liderazgo más efectivo y adaptado a las demandas actuales de México. Si logra imprimir su "sello propio" sin perder el respaldo popular de la 4T, Sheinbaum no solo habrá superado a AMLO en ejecución, sino que habrá redefinido el rumbo de la transformación mexicana. El tiempo y los resultados serán los jueces finales de esta comparación.
*Este ensayo se basa en información disponible hasta el 12 de marzo de 2025.
Fuentes Consultadas: CNN, BBC, Forbes México, El País, Infobae, El Financiero, Proceso, Expansión Política, La Razón, Sputnik Mundo, El Universal, La Jornada, Infobae, AP News, reportes académicos, estimaciones oficiales del Gobierno de la CDMX, así como en declaraciones públicas de los involucrados.