Anaya vs Noroña: Pleito en el Senado por "lenguaje escatológico"; van desde "caca" hasta "pedazo de... político"
Noroña le prohibió al panista pronunciar esa palabra tan fea, pero Anaya lo reviró recordándole que en las redes sociales Noroña ha llamado mierda hasta a Donald Trump. ¡Tómala!
CDMX.— ¡Qué hermosa postal nos dejó el debate en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión! Ricardo Anaya, el siempre mesurado coordinador del PAN, decidió que era momento de sacar el lanzallamas verbal y acusar a Morena de haber convertido el Poder Judicial en un estercolero. “El domingo hicieron mierda el Poder Judicial”, disparó, señalando que los evaluadores y magistrados electos son tan competentes como un mono con una máquina de escribir. Estos genios, según Anaya, ahora tendrán el poder de dictar sentencias que decidirán “de fondo sobre la vida de la gente”. En respuesta, el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña le prohibió al panista pronunciar esa palabra tan fea, pero Anaya lo reviró recordándole que en las redes sociales Noroña ha llamado mierda hasta a Donald Trump. ¡Tómala!
El drama alcanzó niveles de culebrón cuando Anaya y la senadora morenista Verónica Camino se enfrascaron en un jaloneo por una gráfica que el oficialismo agitaba como si fuera la bandera de la victoria, presumiendo 13 millones de votos en la elección judicial. Anaya, con la delicadeza de un rinoceronte, la desmontó: “Fue una feria vulgar de acordeones, desde el gobierno les dieron dinero”. Y para rematar, citó el refrán más elegante de su repertorio: “Como dice el refrán, la caca flota y ya empezó a flotar”. ¡Oh, qué poesía! Esto, claro, hizo que Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva, pusiera cara de haber mordido un limón podrido y le exigiera no usar lenguaje tan “escatológico”. Porque, obvio, en el Congreso solo se permiten metáforas de rosas y arcoíris.
Pero la cosa no quedó ahí. Anaya, en modo gladiador, sacó a relucir que 9 de cada 10 mexicanos le dieron un sonoro abucheo a la elección judicial, con 3.5 millones de votos nulos o, en sus palabras, “les mentaron la madre”. Y no contento con eso, apuntó directo a Noroña, recordándole que él mismo ha usado la palabra “mierda” en sus redes sociales para referirse a usuarios, a Donald Trump y hasta al sistema educativo. “No tiene calidad moral para decirnos qué lenguaje utilizar”, le espetó Anaya, mientras Noroña, con la indignación de un predicador ofendido, replicó: “Si usted se llena la boca con la palabra que ha dicho en toda la sesión, llénese lo que quiera con ella; yo no la he usado en tribuna nunca. Y si en sus expresiones personales de las redes, coloquiales, es usted más insolente: es su problema. En esta Asamblea se le exige respeto”.
El clímax llegó cuando Noroña, harto de los gritos de “cobarde” de Anaya, explotó: “Yo decido en qué momento le doy el uso de la palabra, pedazo de... político”. Sí, así de cerca estuvo de soltar un improperio, pero se contuvo, porque en el Congreso, señores, hay decoro. Anaya, no conforme, siguió retando, mientras Noroña pedía una moción para bajar de su curul y “responderle como se merece”. ¡Qué nivel de debate, qué altura política! Mientras tanto, los morenistas, según Anaya, deberían estar pidiendo disculpas al universo, porque “la historia les va a cobrar” por nombrar a “cientos de personas incompetentes” en el Poder Judicial.
En resumen, un debate que pasará a la historia no por su profundidad, sino por su aroma. Porque, como bien dijo Anaya, “la caca flota”, y en el Congreso parece que hay un océano de ella. ¿Próximo capítulo? Seguramente más gritos, más gráficas jaloneadas y, con suerte, otro refrán para el anecdotario nacional.