Andy López Beltrán, hijo de AMLO, bajo la lupa de EE. UU. por supuestos actos de corrupción y huachicol, según Simón Levy
Simón Levy, exfuncionario y ahora crítico de Morena, asegura que existen pruebas de involucramiento de López Beltrán en negocios turbios en Cenagas y Pemex.
CDMX.- En un giro que podría marcar un antes y un después en la política mexicana, Simón Levy, exsubsecretario de Turismo y actual vicepresidente de Ideasia Found, lanzó una acusación grave durante una entrevista con Salvador García Soto en el programa "A la Una". Según Levy, Andrés Manuel López Beltrán, conocido como "Andy" y hijo del ex presidente Andrés Manuel López Obrador, estaría en la mira del gobierno de Estados Unidos por su presunta implicación en actos de corrupción y huachicol, particularmente en torno a los negocios turbios en Cenagas y Pemex.
Levy, quien no escatima en detalles, asegura que existen testimonios y documentos que respaldan estas acusaciones, y que el caso es "gravísimo". Sin embargo, su declaración no llega en un vacío. El contexto es crucial, López Beltrán ha sido señalado en el pasado como parte de una red de poder informal, apodada "El Clan", que supuestamente influye en contratos públicos y designaciones estratégicas. Este no es un tema nuevo, pero la intervención de Levy, un actor político con un historial controvertido, añade una capa de complejidad. Es importante recordar que Levy no es un desconocido en las acusaciones de corrupción. Su propio pasado, marcado por señalamientos durante su gestión en el gobierno de Miguel Ángel Mancera y su renuncia anticipada a la subsecretaría de Turismo antes de que salieran a la luz presuntos actos ilícitos, pone en duda su credibilidad. ¿Es esta una vendetta personal contra el lopezobradorismo, o hay realmente un caso sólido detrás de sus palabras?
La reacción en redes sociales y entre analistas ha sido mixta. Mientras algunos ven en Levy a un filtrador con acceso a información privilegiada, otros lo consideran un actor desesperado por relevancia, especialmente tras su giro de 180 grados en su postura hacia AMLO y Morena. Además, la pregunta clave que surge es: ¿por qué Estados Unidos tendría jurisdicción sobre estos supuestos delitos? La comparación con un hipotético caso inverso, donde México juzgue a un estadounidense por fraudes en el Pentágono, plantea serias dudas sobre la viabilidad legal de estas sanciones.
Por ahora, López Beltrán no ha sido visto en público desde su última aparición en Durango, donde su rol como operador político fue considerado un fracaso. Si las acusaciones de Levy son ciertas, y si realmente hay pruebas contundentes, podríamos estar frente a un terremoto político que no solo afectaría al hijo de AMLO, sino al legado mismo del ex presidente. Sin embargo, en un escenario donde la verdad y la percepción a menudo se entrelazan, la credibilidad de quien lanza la acusación es tan importante como los hechos mismos.
Queda por ver si estas palabras se convierten en acciones concretas, o si terminan siendo otro capítulo en la larga lista de denuncias que, en México, a menudo quedan en el aire. Lo cierto es que, mientras tanto, la sombra del huachicol y la corrupción sigue planeando sobre la familia López Obrador, y el futuro de Andy podría estar más en manos de Washington que de la Ciudad de México.