Antecedentes de la Sumisión de México ante la Presión de Trump
Análisis y consecuencias de las políticas tolerantes del Gobierno mexicano ante el narcotráfico
Por: Esmaragdo Camaz
La reciente aceptación de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, a las condiciones impuestas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para aplazar los aranceles representa un capítulo más en la larga historia de subordinación de México ante las exigencias estadounidenses. Trump, en su ya conocida retórica agresiva, justificó estas medidas acusando al gobierno mexicano de tener nexos con el narcotráfico, una afirmación que encuentra eco en ciertas decisiones y posturas adoptadas durante la administración de Andrés Manuel López Obrador.
Durante el mandato de López Obrador, su política de seguridad, bajo el lema "abrazos, no balazos", se tradujo en una aparente permisividad ante el crimen organizado. Actos simbólicos, como el saludo a la madre de Joaquín "El Chapo" Guzmán o la liberación de Ovidio Guzmán tras su captura en Sinaloa, enviaron un mensaje ambiguo sobre la verdadera postura del gobierno frente al narcotráfico. Si bien se argumentó que estas acciones evitaron una escalada de violencia, en la práctica también reflejaron una preocupante tolerancia hacia los cárteles.
Sheinbaum, hasta ahora, no ha marcado distancia con esas políticas, lo que plantea dudas sobre su compromiso real en la lucha contra el crimen organizado. Al aceptar las condiciones de Trump sin una postura firme en defensa de la soberanía mexicana, su gobierno parece dar continuidad a una estrategia de conciliación con todos los frentes, ya sea con el crimen organizado dentro del país o con la presión estadounidense desde el exterior.
La decisión de Sheinbaum no solo tiene implicaciones económicas —pues México deberá absorber los costos del despliegue de la Guardia Nacional— sino también políticas y de soberanía. Ceder a Trump puede evitar momentáneamente el impacto de los aranceles, pero también sienta un precedente peligroso: si EE.UU. logra doblegar a México con amenazas comerciales, ¿qué impedirá que en el futuro use la misma estrategia para otras exigencias?
El verdadero desafío para Sheinbaum no es solo esquivar las sanciones económicas, sino redefinir la relación con Estados Unidos y, al mismo tiempo, tomar una postura clara sobre la lucha contra el narcotráfico. Mientras no se distancie de las políticas de su antecesor y no ejerza un liderazgo independiente, su gobierno seguirá navegando entre la complacencia y la sumisión, con un alto costo para la imagen y el futuro de México.