Apuestas Cumplidas: La IA corona a sus "Arquitectos" como Persona del Año 2025 de Time
La revista Time anunció este jueves 11 de diciembre que los "Arquitectos de la Inteligencia Artificial" son la Persona del Año 2025
EU.- Como vaticinaban las casas de apuestas con cuotas que rozaban el 55% en plataformas como Kalshi y Polymarket, la inteligencia artificial se ha alzado con el codiciado título de Persona del Año 2025 de la revista Time, pero no como un ente abstracto, sino a través de sus “Arquitectos”: un colectivo de visionarios que incluye a Jensen Huang de Nvidia, Sam Altman de OpenAI, Elon Musk de xAI y Tesla, Mark Zuckerberg de Meta, y otros como Lisa Su de AMD y Fei-Fei Li, con una riqueza combinada que supera los 870.000 millones de dólares. Anunciado este 11 de diciembre, el galardón llega en un año donde la IA ha permeado la economía global, impulsando un crecimiento proyectado del PIB mundial del 7% anual gracias a herramientas que automatizan desde la codificación hasta la investigación médica, y con Nvidia como la firma más valiosa del planeta, superando los 3 billones de dólares en capitalización.
Esta elección no es solo un guiño al hype: refleja una transformación tangible, con 800 millones de usuarios activos en ChatGPT y 140 centros de datos IA devorando ya el 2% de la electricidad mundial, un salto que acelera la rivalidad geopolítica entre EE.UU. y China, donde Pekín invierte 150.000 millones en semiconductores. Sin embargo, las sombras acechan: mientras las apuestas celebran la victoria, apostadores furiosos reclaman pérdidas millonarias al no resolverse exactamente como “IA” pura, y expertos advierten de despidos masivos –hasta 300.000 en tech solo en 2025– y riesgos éticos, como deepfakes que erosionan la confianza democrática o sesgos que amplifican desigualdades.
En el fondo, Time no solo premia innovadores, sino que interpela a la sociedad: ¿será esta era de máquinas pensantes un motor de prosperidad inclusiva o un catalizador de fracturas? Con el Papa León XIV llamando a regular la IA para evitar “ideologías antihumanas”, el veredicto de las urnas –y de las apuestas– queda pendiente de cómo estos arquitectos equilibren progreso y precaución.




