¿Arancelazo del 25% a camiones pesados: un golpe calculado contra México?
La medida, vigente desde el 1 de noviembre, golpea a la industria mexicana tras exportar 157,522 unidades en 2022
CDMX.- Desde este sábado, Estados Unidos activó un arancel del 25% a la importación de camiones pesados, una medida que pone en el centro de la mira a México, el principal proveedor de estos vehículos al mercado norteamericano. Con 157,522 unidades exportadas en 2022 y un récord de producción de 195,789 camiones el mismo año, la industria mexicana —dominada por marcas como Freightliner y Kenworth— enfrenta un desafío directo. La decisión, anunciada por el presidente Donald Trump como un escudo para los fabricantes estadounidenses, entra en vigor en un contexto de tensiones comerciales que ya incluyen aranceles previos del 50% sobre acero y aluminio.
La jugada no es improvisada. Bajo el argumento de una supuesta amenaza a la seguridad nacional —investigada desde abril por el Departamento de Comercio—, el arancel podría eximir a vehículos que cumplan con las reglas de origen del T-MEC, pero la falta de claridad oficial deja a fabricantes y exportadores en vilo. México, que envía el 90% de sus camiones pesados a EU bajo beneficios del acuerdo trilateral, podría ver encarecidos sus productos o perder competitividad frente a rivales asiáticos y europeos.
Críticamente, la medida huele a estrategia política. Con el T-MEC en revisión para 2026, Trump presiona a México mientras el gobierno de Sheinbaum responde con aranceles a autos chinos, un movimiento que algunos ven como un intento de congraciarse con Washington. Sin embargo, la pregunta clave queda en el aire: ¿es este arancel un ajuste legítimo o un golpe calculado que sacrifica la integración económica norteamericana por réditos electorales? Mientras las respuestas tardan, la industria mexicana ya cuenta las pérdidas.



