Asesinan a balazos a exalcalde en Oaxaca: Javier Cruz Jiménez, fue presidente municipal de San Pedro Mixtepec
Según los primeros reportes de la Vicefiscalía Regional de la Costa, el ataque fue directo y letal.
Oaxaca.- Este lunes 17 de marzo, Javier Cruz Jiménez, quien hasta hace poco fue presidente municipal de San Pedro Mixtepec, Oaxaca, perdió la vida en un ataque a tiros en Puerto Escondido. La Fiscalía General del Estado (FGEO) confirmó la identidad del exfuncionario —o más bien, sus iniciales, J.C.J.— y se lanzó de inmediato a investigar qué hay detrás de las balas que acabaron con él. Por ahora, el caso es un rompecabezas sin piezas claras: no hay detenidos ni pistas sobre el motivo.
Según los primeros reportes de la Vicefiscalía Regional de la Costa, el ataque fue directo y letal. Javier Cruz no sobrevivió a las heridas, y el lugar donde cayó se convirtió en una escena de cintas amarillas y uniformes. Policías estatales, turísticos y viales llegaron para acordonar la zona, mientras el eco de los disparos seguía resonando en la incertidumbre de los vecinos.
En las redes de Cruz Jiménez, su vida reciente parecía ajena a la violencia que lo alcanzó. Apenas el 10 de marzo, había compartido una publicación sobre una asamblea de comuneros en su municipio, con fotos de reuniones y decisiones: un comisario de bienes comunales recién nombrado, un consejo de vigilancia en marcha. Días antes, a finales de enero, una imagen lo mostraba sonriente junto al expresidente Andrés Manuel López Obrador.
Javier Cruz gobernó San Pedro Mixtepec entre 2022 y 2024, un mandato que cerró el pasado 31 de diciembre. En su arranque, hace dos años, Mario Delgado —entonces líder de Morena y hoy titular de la SEP— le dio un aplauso virtual: “Que la transformación traiga bienestar al municipio”, escribió en X.
El caso no es un eco solitario. Apenas unos días antes, el 14 de marzo, Irán Villarreal Belmont, periodista y excandidato a alcalde en San Luis de la Paz, Guanajuato, fue hallado sin vida tras reportarse su desaparición. Movimiento Ciudadano lloró su pérdida, y el país suma otra marca roja en un mapa que no deja de teñirse.