Asesinato de alcalde en Uruapan desata polémica por comentarios de figuras ligadas a medios y política
Carlos Manzo, alcalde de Uruapan, fue asesinado el sábado; periodistas y políticos enfrentan críticas por publicaciones insensible
Michoacán.- La muerte del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, ejecutado el sábado durante un evento del Día de Muertos en Michoacán, ha destapado un torbellino de controversias que exponen la insensible cara de algunos personajes ligados al poder. A la polémica inicial generada por Arturo Bravo, periodista y esposo de la secretaria de Seguridad Pública de Campeche, Marcela Muñoz, quien minimizó el crimen con un comentario burlón en Facebook (”No están muy claras las cosas, hay demasiada información confusa. Atacan a balazos al sombrero loco Manzo”), se suma ahora el caso de Alberto Tejeda, miembro de Morena en Jalisco. En un post en X, Tejeda se mofó del asesinato con risas y frases como “Jajajaja vieras que no... Todo lo contrario... Sabes quién ya no tiene realidad? Ni podrá ver a su familia ni cenar o dormir?? Exacto! El narquillo ese mugroso que mataron jajajajaja”, un texto que refleja desprecio hacia la víctima y su familia.
Tejeda, identificado como consultor político y con una trayectoria vinculada a Morena, borró su cuenta tras la avalancha de críticas, un movimiento que huele a cobardía y presión. Su cercanía al partido gobernante y su pasado como analista político (publicando en medios como Conciencia Pública) contrastan con esta salida de tono, alimentando especulaciones sobre si su comentario busca alinearse con intereses oscuros o simplemente exhibe la insensibilidad de algunos cuadros políticos. Manzo, un líder independiente que enfrentó amenazas del CJNG y criticó la inacción del gobierno, deja un vacío que estos episodios ensucian aún más.
Estos incidentes no son aislados. En un México donde la violencia política ha cobrado más de 1,000 víctimas a nivel municipal entre 2018 y 2023, según datos verificados, la risa de Bravo y Tejeda resuena como un eco de la impunidad. ¿Son estos casos un reflejo de la corrupción que permea medios y política, o un mal cálculo en un país donde la vida vale poco? Las autoridades guardan silencio, pero las redes exigen justicia, y el escrutinio sobre estos personajes no hará más que crecer.












