Asesinato de candidato en Veracruz marca violento inicio de campañas electorales
El atentado ocurrió en la comunidad de El Arenal, en la casa de campaña del candidato, cuando un comando armado irrumpió y abrió fuego contra los presentes
Veracruz.- A menos de 12 horas del arranque oficial de las campañas por las 212 alcaldías en Veracruz, un ataque armado segó la vida de Germán Anuar Valencia, conocido como “El Napo”, candidato de Morena a la presidencia municipal de Coxquihui. El hecho, que dejó al menos tres personas heridas, pone en evidencia la persistente violencia política en México y la vulnerabilidad de los aspirantes en el contexto electoral.
El atentado ocurrió en la comunidad de El Arenal, en la casa de campaña del candidato, cuando un comando armado irrumpió y abrió fuego contra los presentes. Según reportes preliminares, Valencia fue atacado minutos antes de iniciar sus actividades proselitistas. La agresión no solo cobró la vida del político, sino que dejó un saldo de tres personas heridas, cuya identidad y estado de salud no han sido precisados por las autoridades.
La presidenta nacional de Morena, Luisa María Alcalde, confirmó el asesinato a través de su cuenta de X, condenando el acto y exigiendo justicia: “Lamentamos y condenamos el asesinato de Germán Anuar Valencia, candidato a la Presidencia Municipal de Coxquihui, Veracruz. El Gobierno de Veracruz y la Fiscalía General de Veracruz ya se encuentran investigando este lamentable hecho”. Sin embargo, hasta el momento, la Fiscalía General del Estado (FGE) no ha emitido información oficial sobre el móvil del crimen ni sobre posibles detenidos, lo que genera incertidumbre en un contexto ya tenso.
Este asesinato se inscribe en una alarmante tendencia de violencia política en México. Según datos de la organización Data Cívica, durante el proceso electoral de 2021, al menos 102 políticos fueron asesinados, y Veracruz fue uno de los estados más afectados. Coxquihui, un municipio de la sierra totonaca con altos índices de marginación, no es ajeno a conflictos locales, donde disputas por el control político y la presencia de grupos delictivos suelen exacerbar la violencia. Sin embargo, la falta de claridad sobre el móvil del ataque —que podría estar ligado a motivos políticos, crimen organizado o rencillas locales— subraya la urgencia de una investigación transparente.
El crimen ha generado presión sobre el gobierno estatal, encabezado por Rocío Nahle, y la FGE para esclarecer los hechos y garantizar la seguridad de los candidatos en un proceso electoral que apenas comienza. La ausencia de un pronunciamiento oficial por parte de las autoridades locales, sumada a la gravedad del incidente, alimenta la percepción de impunidad y debilidad institucional en la región.
Este trágico evento no solo enluta a la comunidad de Coxquihui, sino que envía una señal preocupante sobre los riesgos que enfrentan los aspirantes en el actual proceso electoral. La sociedad veracruzana y la clase política esperan respuestas concretas y medidas efectivas para evitar que la violencia vuelva a marcar el rumbo de la democracia en el estado.