Asesinato en Día de Muertos: La voz de EU resuena tras el crimen del alcalde de Uruapan
Subsecretario de Estado Christopher Landau expresa condolencias y propone mayor colaboración en seguridad tras el ataque a Carlos Manzo
EU.- Este domingo, mientras México aún procesaba el brutal asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, durante las celebraciones del Día de Muertos, el subsecretario de Estado de Estados Unidos, Christopher Landau, rompió el silencio desde su cuenta de X. Landau expresó sus condolencias a la familia y amigos del político, asesinado en un ataque a plena luz pública, y compartió una imagen conmovedora de Manzo con su pequeño hijo momentos antes del atentado. Su mensaje no solo lamenta la pérdida, sino que reafirma el compromiso de EU para intensificar la cooperación de seguridad con México y erradicar el crimen organizado que cruza la frontera.
La intervención de Landau, un diplomático con experiencia como exembajador en México, cobra relevancia en un contexto de creciente violencia política en el país, donde más de 30 funcionarios han sido asesinados desde junio. Su pronunciamiento llega antes que el de la presidenta Claudia Sheinbaum, lo que pone en evidencia la percepción de una respuesta tardía del gobierno mexicano y abre interrogantes sobre la eficacia de las autoridades locales frente al poder de los cárteles, como el de Sinaloa, que operan con impunidad en Michoacán.
La importancia de que un alto funcionario estadounidense hable sobre este caso no pasa desapercibida. Refleja la presión internacional sobre México para abordar la crisis de seguridad, especialmente cuando el crimen organizado afecta intereses compartidos, como el comercio de aguacates o el flujo de drogas. Sin embargo, también suscita debates sobre si esta oferta de cooperación es genuina o una estrategia geopolítica para influir en la región, considerando las históricas tensiones entre ambos países.
Por ahora, las palabras de Landau quedan como un llamado a la acción, pero el desafío real estará en traducirlas en resultados concretos. Mientras tanto, la imagen de un padre y su hijo, capturada en un instante de alegría antes de la tragedia, se convierte en un símbolo desgarrador de la urgencia de enfrentar esta ola de violencia.




