¡Ay, México, tan cerca de Dios y tan lejos del diccionario! El himno nacional, un enigma para los modernos
Un usuario de TikTok expresa su desconcierto ante las letras arcaicas del himno, destacando su complejidad lingüística
Viral.- Ahí vamos de nuevo con el drama nacional: un chavo en TikTok, con su suéter de abuelita hipster, confesando que no tiene ni la más remota idea de qué diablos dice el himno nacional de México. ¿Y saben qué? No lo culpo. Entre “aprestad el acero” y “retiemble en sus centros la Tierra”, parece que Francisco González Bocanegra escribió el himno para un concurso de trabalenguas, no para que lo entendieran los mortales del siglo XXI.
El video, que ya está dando vueltas en X (antes Twitter, porque sí, todavía lo usamos), es un despliegue de confusión genuina. El pobre tipo intenta descifrar frases como “bajo el yugo extranjero” y “con sangre se eleven”, y termina concluyendo que son “palabras de antaño que ya nadie usa”. Bueno, amigo, bienvenido al club. Si hasta los que lo cantamos en los partidos de fútbol lo hacemos más por tradición que por comprensión, ¿qué esperabas?
Pero aquí viene lo bueno: el himno, compuesto en 1854 por Jaime Nunó y Bocanegra, no es solo un relicario de palabras arcaicas; es un manifiesto de patriotismo beligerante que refleja las heridas de la guerra con Estados Unidos. Sí, esa en la que perdimos la mitad del territorio. ¿Y ahora? Ahora nos quejamos de que no lo entendemos, pero seguimos cantándolo como si fuera el coro de un reggaetón. Ironías de la vida, ¿verdad?
Lo peor no es que no lo entendamos; lo peor es que ni siquiera nos importa. Preferimos memorizar las letras de Bad Bunny que las estrofas de un himno que, aunque obsoleto, sigue siendo un símbolo de identidad. Y no, no es culpa del chavo del video. Es culpa de un sistema educativo que prefiere enseñar fechas de batallas que el significado detrás de ellas.
Así que, queridos mexicanos, la próxima vez que cantemos “Mexicanos, al grito de guerra”, hagamos un favor a la patria: leamos la letra antes, aunque sea en Google Translate. Porque, al final, no se trata de entender cada palabra, sino de entender por qué las cantamos. Y sí, tal vez así dejemos de parecer un país que venera más a Maluma que a Hidalgo.



