¿Caída libre de la inversión en México: El costoso legado de Sheinbaum?
El desplome afecta sectores clave y coincide con un año de tendencia negativa desde la llegada de Claudia Sheinbaum al poder
CDMX.- Apenas un año después de que Claudia Sheinbaum asumiera la presidencia el 1 de octubre de 2024, las cifras no mienten: la inversión productiva en México está en picada. Un gráfico compartido por el analista económico Alejandro Gómez T. en X revela un desplome del 8.9% en octubre pasado, la mayor caída en 55 meses, según datos del INEGI procesados por GAEAP. Pero el problema no es nuevo: desde que Sheinbaum tomó las riendas, la inversión fija bruta —que incluye construcción y maquinaria— ha entrado en una tendencia negativa que contrasta brutalmente con los años previos, cuando las tasas de crecimiento oscilaban entre el 23.4% y el 4.9%.
El gráfico, que desglosa el crecimiento anual de la inversión total en series desestacionalizadas, muestra un antes y un después. Entre 2022 y 2023, bajo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, las cifras, aunque volátiles, mantenían un pulso positivo, con picos como el 23.4% en 2022-08 y un promedio que rondaba el 10% en varios meses. Sin embargo, desde octubre de 2024, el panorama se tiñe de rojo: caídas consecutivas de -1.1%, -4%, -6.3%, y hasta -8.9% en octubre de 2025. Este derrumbe no es un accidente aislado, sino el reflejo de un entorno que ahuyenta a los inversionistas.
México, que en 2023 atrajo 36 mil millones de dólares en inversión extranjera directa según el informe de la UNCTAD, parecía encaminado a consolidarse como un destino atractivo para el capital global. Sin embargo, la incertidumbre jurídica, la inseguridad y la percepción de un deterioro en el estado de derecho —acelerados por reformas judiciales y políticas controversiales— han cambiado la ecuación. Gómez T. apunta a factores internos y externos, como el ánimo empresarial golpeado y decisiones gubernamentales que priorizan el gasto social sobre la infraestructura productiva. Aunque el gobierno presume de récords en inversión extranjera, las nuevas aportaciones apenas alcanzan los 3.15 mil millones de dólares, un mísero 0.2% del PIB, insuficiente para contrarrestar la hemorragia.
Testimonios en la misma red social refuerzan la alarma. Un empresario del sector alimentario reporta una caída del 80% en su facturación este año, mientras un CEO estadounidense de la industria harinera descarta a México como mercado viable “por el momento”. Otros usuarios culpan a la corrupción y la falta de reglas claras, mientras el pronóstico económico para 2025 no pinta mejor: analistas como Deloitte prevén una reducción del 14% en el gasto de inversión pública, un golpe que podría profundizar la crisis.
Sheinbaum hereda el legado de López Obrador, con su enfoque en programas sociales que han sacado a 8.3 millones de mexicanos de la pobreza entre 2022 y 2024, según AS/COA. Pero este logro social choca con una economía que se estanca. La pregunta inevitable es: ¿está el gobierno dispuesto a ajustar el rumbo o seguirá apostando por una narrativa de transformación que, al menos en los números, parece desmoronarse? Con las elecciones a la vuelta de la esquina, el electorado podría tener la última palabra. Por ahora, la inversión huye y México, más que transformarse, parece retroceder.




