Campesinos acusan al gobierno de vínculos con crimen organizado y preparan nuevas protestas
Ante la falta de acuerdos en mesas de diálogo con autoridades, anunció que campesinos y transportistas alistan nuevas movilizaciones y bloqueos carreteros a nivel nacional antes de fin de año
CDMX.- En un tenso rueda de prensa, Heraclio Rodríguez, líder del Frente Nacional para la Defensa del Campo, soltó una bomba que resuena en el campo mexicano: “El gobierno tiene un vínculo muy cercano con el crimen organizado y con los grandes industriales de este país”. Flanqueado por transportistas y agricultores exhaustos, Rodríguez anunció nuevas movilizaciones ante la falta de acuerdos con la Secretaría de Gobernación. “¿Cuántas veces nos vamos a tener que levantar? No sabemos”, lamentó, mientras el video capturado por Radio Fórmula se viraliza, sumando miles de vistas en horas. Esta no es retórica vacía; viene tras semanas de bloqueos en carreteras clave como la México-Querétaro y aduanas norteñas, paralizando el flujo de mercancías.
El trasfondo es un polvorín agropecuario que arde desde noviembre. Productores de maíz blanco y amarillo exigen precios justos —alrededor de 5,500 pesos por tonelada, según datos de la SADER— y rechazan la nueva Ley de Aguas, que temen beneficiará a agroindustrias transnacionales en detrimento de pequeños ejidatarios. A eso se suma la inseguridad rampante: asaltos a tractocamiones en el Bajío y el norte, con reportes de la Guardia Nacional admitiendo más de 1,200 incidentes viales en 2025. El diálogo con el secretario de Agricultura, Julio Berdegue, programado para el martes, se pospuso, avivando la frustración. Fuentes confirman que las mesas de negociación colapsaron sin avances, dejando a miles de familias al borde del colapso financiero.
Analíticamente, estas palabras de Rodríguez no son solo un grito de auxilio, sino un espejo incómodo para la 4T en su primer año pleno bajo Sheinbaum: ¿puede un régimen que prometió “abrazos, no balazos” ignorar acusaciones de colusión con narcos y monopolios agroalimentarios? Si los bloqueos escalan —como los de fines de noviembre que afectaron exportaciones por millones—, el impacto en la inflación y la cadena de suministro podría forzar concesiones. Pero el riesgo es mayor: un campo polarizado que erosiona la legitimidad rural, recordándonos que en México, la tierra no perdona traiciones. O el gobierno escucha, o el descontento se cronifica.



