¿Capricho o necesidad? Lenia Batres pide más oficinas en la SCJN y choca con sus colegas
La ministra pidió ampliar su espacio de 250 a 700 metros cuadrados, pero sus colegas no apoyaron la propuesta en sesión privada
CDMX.- La ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Lenia Batres Guadarrama, ha desatado una controversia al solicitar oficinas más amplias para su equipo, un pedido que fue tajantemente rechazado por sus compañeros en una sesión privada celebrada esta semana. Según reveló el periodista Julián Mazoy, Batres argumentó que sus 78 asesores —el equipo más numeroso del tribunal— trabajan “apretados” en los 250 metros cuadrados con los que cuenta, una superficie que ya supera en más de un 50% el espacio asignado a otros ministros. Su propuesta de ampliarlo a 700 metros cuadrados, sin embargo, no encontró eco, y la ministra abandonó la reunión visiblemente molesta.
El episodio pone bajo la lupa no solo la gestión de recursos en la Corte, sino también la figura de Batres, nombrada en 2023 por el presidente Andrés Manuel López Obrador tras un proceso que levantó sospechas por su cercanía al mandatario y su falta de trayectoria judicial. Con un presupuesto de 5,787 millones de pesos para la SCJN en 2024 —donde las ponencias, como la suya, representan menos del 9%—, la solicitud de la ministra choca con un contexto de austeridad que el gobierno ha pregonado. ¿Es este un reclamo legítimo para mejorar la productividad o un reflejo de una ambición desmedida? Los ministros, al menos, parecen inclinarse por la segunda opción, dejando a Batres aislada en su intento por reconfigurar el espacio del máximo tribunal.