Caravana de tractores bloquea San Lázaro: Campesinos exigen frenar aprobación de la nueva Ley General de Aguas
Productores de Puebla, Veracruz, Tlaxcala, Zacatecas y Chihuahua llegaron a la Cámara de Diputados con tractores y camiones, bloqueando accesos en rechazo a la reforma a la Ley de Aguas Nacionales
CDMX.- El eco de “¡Morena traiciona!” retumbó en los pasillos de San Lázaro, donde un grupo de agricultores irrumpió en la sesión del Pleno de la Cámara de Diputados, desplegando pancartas que acusan directamente al partido en el poder de romper acuerdos previos sobre la reforma a la Ley de Aguas Nacionales. La aprobación del dictamen en comisiones, con 28 votos a favor de Morena y aliados contra 10 en contra, desató la furia: productores de Veracruz, Puebla y Guanajuato, ya en caravana de tractores desde temprano, ven en el artículo 22 –que prohíbe ceder derechos de agua entre particulares– una puñalada a su supervivencia, especialmente en un país donde el 40% de la población rural sufre escasez hídrica crónica, según datos de Conagua a 2025. Mientras tanto, el coordinador priísta Rubén Moreira intervino desde el podio, urgiendo a sus colegas a “escuchar a quienes protestan afuera”, aclarando que no rechazan una ley de aguas per se, sino estas 600 páginas que, a su juicio, hipotecan el futuro del campo mexicano sin consulta real.
Esta escena caótica, con legisladores de oposición gritando “¡traidor!” a cada voto morenista, expone las fisuras de un proceso legislativo acelerado que ignora las demandas de precios de garantía y salida del T-MEC, pactos que habían desmovilizado bloqueos el 27 de noviembre. Líderes como Eraclio Rodríguez del Frente Nacional para el Rescate del Campo no escatimaron palabras: “Es una vil traición”, declararon, aludiendo a cómo la norma podría favorecer concesiones a mineras y agroindustrias, mientras el 70% de ríos contaminados agrava la dependencia del 60% de maíz importado. La movilización, que ya incluye cierres en autopistas como Peñón-Texcoco, se replica en Sinaloa y Sonora, con transportistas sumándose al llamado de boicot a la celebración de Sheinbaum en el Zócalo.
Con el dictamen ahora en el Pleno y amenazas de “lucha continua” en carreteras nacionales, el gobierno de Sheinbaum enfrenta un dilema: ¿ceder al diálogo o arriesgar una escalada que fracture la “justicia social” prometida? Los tractores no callan, y el agua –escasa y vital– menos aún.



