Cardenal Aguiar Retes lava los pies de buscadoras en la Catedral Metropolitana por Semana Santa y lanza un "reconocemos la falta de atención para con ellos"
La ceremonia, cargada de simbolismo, tuvo lugar en la Catedral Metropolitana de México y en otras iglesias, donde se invitó a representantes de colectivos de buscadoras y a migrantes.
CDMX.— Durante las celebraciones de Semana Santa, la Iglesia católica en México llevó a cabo un emotivo gesto al lavar los pies de mujeres buscadoras de personas desaparecidas y migrantes en situación de vulnerabilidad, como parte de la liturgia del Jueves Santo. Este acto, que rememora la humildad de Jesús al lavar los pies de sus discípulos, se realizó en varias diócesis del país, destacando el compromiso de la Iglesia con dos de los sectores más golpeados por la crisis humanitaria en México: las familias que buscan a sus seres queridos desaparecidos y los migrantes que cruzan el país en busca de una vida mejor.
La ceremonia, cargada de simbolismo, tuvo lugar en la Catedral Metropolitana de México y en otras iglesias, donde se invitó a representantes de colectivos de buscadoras y a migrantes de diversas nacionalidades. El arzobispo de México, cardenal Carlos Aguiar Retes, encabezó el rito en la capital y expresó: “Reconocemos la falta de atención para con ellos, y este gesto es una muestra de compromiso para acompañarlos en su dolor y esperanza”. Estas palabras reflejan el reconocimiento de la Iglesia de las carencias institucionales y sociales en la atención a estas problemáticas.
En el caso de las buscadoras, el gesto buscó visibilizar la lucha incansable de mujeres que, ante la indiferencia o inacción de las autoridades, recorren el país en busca de sus familiares desaparecidos. México enfrenta una crisis de desapariciones con más de 110,000 personas no localizadas, según datos oficiales hasta 2024. Las buscadoras, muchas de ellas madres, hermanas o esposas, han formado colectivos que no solo buscan a sus seres queridos, sino que también exigen justicia y verdad.
Por su parte, los migrantes, provenientes principalmente de Centroamérica, Venezuela y Haití, enfrentan un panorama de violencia, extorsión y precariedad en su paso por México rumbo a Estados Unidos. La Iglesia destacó su vulnerabilidad y la necesidad de proteger sus derechos humanos. Durante la ceremonia, se incluyó a migrantes que han encontrado refugio temporal en albergues apoyados por la Iglesia, como la Casa del Migrante en Ciudad Juárez.
Además del gesto litúrgico, la Iglesia católica hizo un llamado a la sociedad y al gobierno para que se implementen políticas públicas efectivas que garanticen justicia para las víctimas de desaparición forzada y seguridad para los migrantes. El arzobispo Aguiar Retes añadió: “La indiferencia es un pecado social; debemos construir una sociedad que no deje a nadie atrás”. Este mensaje se alinea con el posicionamiento de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), que ha instado en repetidas ocasiones a abordar estas crisis con un enfoque de derechos humanos.
El lavado de pies, un rito tradicional de Semana Santa, adquirió en este contexto un significado profundo al centrarse en quienes sufren las consecuencias de la violencia y la desigualdad. La ceremonia no solo fue un acto de fe, sino también una denuncia de las fallas estructurales que perpetúan estas problemáticas y un compromiso renovado de la Iglesia para acompañar a los más vulnerables.