Carlos Aguiar Retes y Francisco Robles Ortega, los dos cardenales mexicanos que participarán en el cónclave para elegir al sucesor del Papa Francisco
México, con una de las mayores poblaciones católicas y el peso del culto a la Virgen de Guadalupe, tiene relevancia geopolítica en la Iglesia.
CDMX.— Tras el fallecimiento del Papa Francisco este lunes, a los 88 años, en la Casa Santa Marta, la Iglesia Católica enfrenta un momento histórico: la elección del nuevo Sumo Pontífice. Entre los 138 cardenales electores que participarán en el cónclave, dos mexicanos destacan por su trayectoria y liderazgo: Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Primado de México, y Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara. Ambos, menores de 80 años, tienen derecho a votar y, en teoría, podrían ser considerados para suceder al Papa. A continuación, presentamos sus semblanzas y el contexto de su participación en este proceso crucial.
Carlos Aguiar Retes: El pastor nayarita de la Arquidiócesis de México
Nacido el 9 de enero de 1950 en Tepic, Nayarit, Carlos Aguiar Retes es una figura central de la Iglesia mexicana. Ordenado sacerdote en 1973, su formación incluye estudios en el Seminario de Tepic, el Seminario de Montezuma (Estados Unidos) y un doctorado en Teología Bíblica por la Pontificia Universidad Gregoriana. Su carrera eclesiástica abarca roles clave: Obispo de Texcoco (1997-2009), Arzobispo de Tlalnepantla (2009-2017) y, desde 2017, Arzobispo Primado de México, liderando la arquidiócesis más importante del país.
Aguiar Retes presidió la Conferencia del Episcopado Mexicano (2006-2009) y fue presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM, 2011-2015). Nombrado cardenal por el Papa Francisco en 2016, es miembro del Consejo para el Diálogo Interreligioso y de la Comisión para América Latina en el Vaticano. A sus 75 años, su cercanía a la visión reformista de Francisco, su compromiso con el diálogo interreligioso y su rol como custodio del culto guadalupano lo convierten en una figura influyente, aunque analistas sugieren que necesitaría mayor proyección internacional para ser un candidato fuerte.
Francisco Robles Ortega: La voz de Guadalajara en el Vaticano
Francisco Robles Ortega, nacido el 2 de marzo de 1949 en Mascota, Jalisco, es otro pilar de la Iglesia en México. Ordenado sacerdote en 1976, fue Obispo de Toluca (1996-2003), Arzobispo de Monterrey (2003-2011) y, desde 2012, Arzobispo de Guadalajara, una de las arquidiócesis más relevantes del país. Benedicto XVI lo nombró cardenal en 2007, y ya participó en el cónclave de 2013 que eligió al Papa Francisco.
Robles Ortega presidió la Conferencia del Episcopado Mexicano en dos periodos (2012-2015 y 2015-2018) y es miembro de la Congregación para los Obispos, el Dicasterio para la Evangelización y la Comisión para América Latina en el Vaticano. A sus 75 años, su enfoque pastoral combina tradición y apertura al diálogo, alineándose con el espíritu de Francisco. Aunque su liderazgo en América Latina es reconocido, expertos señalan que necesitaría consolidar alianzas en el cónclave para destacar como candidato.
Contexto del cónclave: ¿Un Papa mexicano?
El cónclave, que se celebrará en un plazo de 15 a 20 días tras los ritos funerarios del Papa Francisco, reunirá a 138 cardenales electores de todo el mundo. México, con una de las mayores poblaciones católicas y el peso del culto a la Virgen de Guadalupe, tiene relevancia geopolítica en la Iglesia. Sin embargo, aunque Aguiar Retes y Robles Ortega son candidatos viables, no están entre los favoritos, que incluyen nombres como Pietro Parolin, Luis Antonio Tagle o Peter Erdö. Las corrientes políticas dentro del Vaticano, divididas entre reformistas y conservadores, jugarán un papel decisivo.
Ambos cardenales mexicanos comparten la visión de Francisco de una Iglesia cercana a los pobres y abierta al diálogo, pero su proyección internacional es limitada frente a otros contendientes. Aun así, su participación en la Capilla Sixtina asegura que la voz de México influirá en la elección del próximo Papa, un proceso que culminará con la esperada fumata blanca.