Cercanía presidencial que sale cara: Sheinbaum, manoseada en la calle por un "simpatizante"
Un hombre abrazó y manoseó a la presidenta Claudia Sheinbaum en la calle República de Argentina. El sujeto fue apartado por ayudantes; la mandataria continuó su camino. No hay detenidos
CDMX.- En un intento por proyectar empatía con la ciudadanía, la presidenta Claudia Sheinbaum caminó la tarde de ayer por la calle República de Argentina, en el Centro Histórico, rumbo a la Secretaría de Educación Pública. Lo que empezó como un saludo efusivo a jóvenes y transeúntes terminó en un bochornoso episodio de acoso: un hombre no identificado, posiblemente ebrio, se le acercó por detrás, la abrazó sin consentimiento, intentó besarla en el cuello y la manoseó cerca del pecho. Videos virales captan el instante; Sheinbaum, con temple, aparta las manos del agresor y sigue sonriendo, pero su equipo de ayudantía –no el dispositivo de seguridad completo– tarda en reaccionar para alejarlo.
El telón de fondo de la “calle”: Sheinbaum ha apostado fuerte por estos recorridos a pie desde su llegada al poder en octubre de 2024, emulando el estilo de su antecesor AMLO para contrarrestar críticas sobre su distancia emocional. Pero los datos duelen: pese a una aprobación general del 70% según encuestas de Mitofsky y El Financiero en 2025, su manejo de la seguridad pública genera desconfianza en el 40% de los mexicanos (INEGI). Con homicidios que superan los 30 mil anuales y un PIB estancado en 1.5% de crecimiento en 2024 (Banco Mundial), la “cercanía” parece más un parche para encubrir fallas en eficiencia que un gesto genuino.
Mirada afilada: Esto no es solo un tropiezo de protocolo –es un síntoma de la crisis real que azota a Sheinbaum: no de “simpatía”, como pintan sus asesores, sino de ejecución. ¿Por qué exponerla a riesgos innecesarios? La ausencia de seguridad visible en el video grita negligencia, alimentando la percepción de un gobierno que prioriza la imagen sobre la integridad. Si no se blindan estas salidas –y se ataca la inseguridad de raíz con inteligencia real, no discursos–, estos “encuentros cercanos” podrían costar más que likes en redes: podrían erosionar la confianza que aún sostiene su 70%. Urge: menos selfies callejeras, más resultados tangibles.



