CJNG controla minas de mercurio en Querétaro para tráfico a Sudamérica, revela informe de EIA
El Cártel Jalisco Nueva Generación domina yacimientos en La Plazuela, según la Agencia de Investigación Ambiental de EU
Querétaro.- El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) podría estar dando un giro inesperado a su imperio criminal, y las minas de mercurio en Querétaro serían la prueba. Según un informe de la Agencia de Investigación Ambiental de Estados Unidos (EIA), este grupo, ya conocido por el narcotráfico y la extorsión, habría tomado el control de yacimientos en la región de La Plazuela, extrayendo cinabrio para traficar mercurio hacia Sudamérica. El crimen organizado ha puesto sus ojos en un recurso tóxico y lucrativo.
El contexto es alarmante. Desde 2017, México se comprometió bajo el Convenio de Minamata a reducir la producción de mercurio, pero la falta de supervisión ha abierto la puerta a estas operaciones. La EIA señala que el CJNG mezcla el cinabrio con grava para burlar aduanas en Colombia y Perú, donde el metal está prohibido, mientras funcionarios corruptos facilitan el paso. El daño ya es visible: el río Extoraz sufre las consecuencias de esta explotación descontrolada, y la Reserva de la Biosfera Sierra Gorda, un tesoro ecológico, está en riesgo.
Pero las preguntas persisten. ¿Cómo es posible que un cártel controle territorios enteros sin una respuesta efectiva del gobierno? La EIA denuncia amenazas a sus investigadores y un operador clave, Juan José Zamorano, quien supervisa la red desde hace más de una década. Incluso se menciona a Alejandra Pulido, exdiputada panista, como conocedora de las operaciones. ¿Es esto un indicio de infiltración política o simple negligencia? Mientras el CJNG diversifica sus ingresos —estimados en miles de millones—, la autoridad mexicana sigue a la zaga, dejando un rastro de impunidad que envenena más que el mercurio mismo.