¿Crimea rusa? El giro inesperado de EE.UU. que sacude el tablero de la paz en Ucrania
Fuentes cercanas indican que la Casa Blanca estaría dispuesta a ceder en el tema de Crimea, para facilitar un acuerdo que ponga fin a la guerra
Washington.- En un movimiento que ha desatado una tormenta de reacciones, Estados Unidos estaría considerando reconocer Crimea como territorio ruso como parte de un acuerdo de paz entre Ucrania y Rusia, según un reporte de Bloomberg publicado este viernes. Este posible cambio de postura, que rompe con la posición firme que Washington ha mantenido desde la anexión ilegal de Crimea por parte de Rusia en 2014, llega en un momento de estancamiento en las negociaciones y bajo la presión del presidente Donald Trump, quien, desde su regreso al poder el 20 de enero de 2025, ha insistido en acelerar una resolución al conflicto que ya lleva más de tres años.
Según Bloomberg, fuentes cercanas al asunto indican que la Casa Blanca estaría dispuesta a ceder en el tema de Crimea —un territorio que Rusia ha controlado de facto desde 2014— para facilitar un acuerdo que ponga fin a la guerra. Sin embargo, este movimiento no solo choca con la postura innegociable de Ucrania, que se niega a ceder un solo centímetro de su territorio, sino que también amenaza con tensionar las relaciones entre Estados Unidos y la OTAN.
Desde el inicio del conflicto, la OTAN ha sido un pilar de apoyo para Ucrania, defendiendo su derecho a la autodefensa y su soberanía territorial dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas. En 1997, la Alianza firmó con Ucrania la Carta sobre una Asociación Distintiva, un compromiso que se reforzó en 2008 con la promesa de que Ucrania se convertiría en miembro de la OTAN, y que fue reafirmado en octubre de 2024 por el secretario general Mark Rutte durante una visita a Kyiv. En ese contexto, la posibilidad de que EE.UU. reconozca la anexión de Crimea no solo contradice los principios de la OTAN, sino que podría debilitar la cohesión de la Alianza en un momento crítico, como señaló un usuario en X: “Esto choca con la postura de Ucrania y podría tensionar relaciones con la OTAN” (@Mia113s).
Por su parte, Zelenskyy ha dejado claro que no está dispuesto a aceptar un acuerdo que implique ceder territorio. En una entrevista con TIME publicada el 24 de marzo de 2025, el presidente ucraniano expresó su desconfianza hacia las intenciones de Rusia, una postura que parece resonar con la opinión pública internacional. Según una encuesta reciente de 2025, el 75% de los estadounidenses cree que Putin no cumpliría con un alto al fuego, lo que refleja el escepticismo generalizado sobre la viabilidad de un acuerdo sostenible. “Zelenskyy no lo va a aceptar y así es imposible llegar a la paz”, escribió un usuario en X (@ferHerogg), mientras otro calificó la medida como un “premio al invasor” (@LizarragaSalo).
El trasfondo de esta noticia también revela las tensiones internas en el bloque occidental. Mientras la OTAN y la Unión Europea han intensificado su apoyo a Ucrania —con propuestas como la de enviar armamento de largo alcance, como sugirió un usuario en X (@ANDRESN28514925)—, la administración de Trump parece estar explorando un camino más pragmático. En la mencionada entrevista de TIME, Zelenskyy reconoció la dificultad de mantener el apoyo de aliados como Trump, quien ha evitado visitar los sitios de devastación en Ucrania que el presidente ucraniano suele mostrar a los diplomáticos para subrayar la brutalidad de la guerra. Este enfoque de Trump, quien tras ganar las elecciones de 2024 con 312 votos electorales frente a los 226 de Kamala Harris, ha prometido poner fin a “guerras interminables”, podría estar influyendo en esta posible reconsideración de la política estadounidense hacia Crimea.
Del otro lado, en Rusia, la opinión pública sigue consolidada en torno a Putin, según un informe del Atlantic Council de diciembre de 2024. A pesar de las sanciones y el costo humano del conflicto, el apoyo a la guerra entre los rusos se ha mantenido estable, con un 58% de los encuestados de entre 45 y 60 años respaldándola, frente a solo un 29% entre los jóvenes de 18 a 30 años. Este “consenso Putin” podría darle al Kremlin una posición de fuerza en las negociaciones, especialmente si percibe que Occidente está dispuesto a hacer concesiones.
El debate está lejos de concluir. Para Ucrania, ceder Crimea sería una derrota simbólica y estratégica, mientras que para Rusia podría ser una victoria que legitime su agresión. Para Estados Unidos y la OTAN, este posible giro plantea un dilema: ¿es posible la paz a costa de principios fundamentales como la soberanía territorial? Mientras las partes buscan una salida, el destino de Crimea sigue siendo un nudo gordiano que podría definir el futuro del conflicto y las relaciones entre Occidente y Rusia. Lo que está claro es que, como dijo otro usuario en X (@Raynel51514563), este movimiento podría ser visto como una capitulación ante un “maldito abusador”. La pregunta ahora es: ¿quién pagará el precio de esta paz?