Crisis climática en 2025: Récords de calor, promesas rotas y un planeta al límite
Este año, la temperatura global alcanzó un récord de 1.6°C por encima de los niveles preindustriales, según la Organización Meteorológica Mundial.
CDMX.- En 2025, el mundo enfrenta una escalada alarmante de la crisis climática, con datos verificados que pintan un panorama sombrío. Este año, la temperatura global alcanzó un récord de 1.6°C por encima de los niveles preindustriales, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), superando los umbrales críticos del Acuerdo de París. Las olas de calor extremo en Europa, India y América del Norte han causado miles de muertes, mientras incendios forestales en Australia y el Amazonas han liberado 2.5 gigatoneladas de CO2, agravando el ciclo de calentamiento, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
El contexto es claro, los compromisos de reducción de emisiones no se cumplen. Un informe de la ONU de abril de 2025 revela que solo el 20% de los países del G20 están en camino de alcanzar sus metas de neutralidad de carbono para 2050. China e India, responsables del 35% de las emisiones globales, han retrasado sus planes de descarbonización, citando "prioridades económicas". Mientras, las energías renovables, aunque crecieron un 12% en 2024 según la Agencia Internacional de Energía, no logran desplazar al carbón y el gas lo bastante rápido.
Los impactos son devastadores. En Bangladesh, 1.2 millones de personas han sido desplazadas por inundaciones monzónicas, y en el Mediterráneo, la desertificación amenaza el 30% de las tierras agrícolas, según la FAO. En paralelo, la COP29, celebrada en noviembre de 2024, terminó sin acuerdos vinculantes sobre financiación climática para los países más vulnerables, dejando un vacío de 100.000 millones de dólares anuales prometidos por las naciones ricas.
El escepticismo crece ante la retórica vacía de los gobiernos. Las protestas climáticas se han intensificado, con movimientos como Extinction Rebellion bloqueando capitales en Europa. Pero, ¿es suficiente la presión ciudadana? Los datos sugieren que sin una acción radical —como triplicar la inversión en renovables para 2030, según la AIE— el planeta se encamina a un aumento de 2.5°C para 2050, con consecuencias irreversibles.
Esta no es una advertencia abstracta, es un grito de urgencia. La pregunta no es si actuaremos, sino si lo haremos a tiempo.