¿Crisis en la justicia? Ola de renuncias sacude a los nuevos Jueces del Bienestar
En estados como Tamaulipas, Durango y Veracruz, al menos nueve jueces electos han dimitido a semanas de asumir sus cargos, generando incertidumbre en la reciente reforma judicial
CDMX.- Apenas unas semanas después de tomar protesta, los llamados "jueces del bienestar" en México enfrentan una inesperada sacudida: una ola de renuncias que pone en jaque la reciente reforma judicial. En estados como Tamaulipas, Durango y Veracruz, al menos nueve jueces electos han abandonado sus cargos, algunos tras apenas 19 días en el puesto. Las razones oficiales varían desde "motivos personales" hasta problemas de salud, pero el timing levanta sospechas.
El contexto no ayuda. Desde que la reforma impulsada por el gobierno de Claudia Sheinbaum permitió la elección popular de jueces —un experimento único a nivel mundial que entró en vigor este 2025—, el Poder Judicial ha sido un polvorín. La salida de ocho de los 11 magistrados de la Suprema Corte el año pasado y las protestas de juristas por la pérdida de independencia judicial aún resuenan. Ahora, estas renuncias tempranas en el ámbito local sugieren que el sistema podría estar colapsando antes de consolidarse.
En Tamaulipas, cuatro jueces dejaron el cargo, y serán reemplazados por los siguientes en la lista electoral, mientras que en Veracruz una jueza laboral renunció "irrevocablemente" tras su elección el 1 de septiembre. ¿Es incompetencia, presión política o un cálculo para ceder espacios a aliados? Las redes arden con teorías: algunos apuntan a una maniobra de Morena para infiltrar al sistema judicial, mientras otros ven un rechazo natural a un modelo que muchos consideran inviable.
Lo cierto es que estas salidas abren un vacío peligroso. Con sustitutos improvisados y un sistema judicial en transición, la imparcialidad y la experiencia están en la cuerda floja. ¿Será este el comienzo de una crisis que termine de erosionar la confianza en la justicia mexicana? Por ahora, el martillo de la ley sigue sobre la mesa, pero su peso parece más simbólico que nunca.