Cuando el chocolate roba la escena: La propuesta de matrimonio que Santorini nunca olvidará
Un momento romántico interrumpido por turistas y un snack. ¿Quién necesita privacidad cuando tienes una buena barra de chocolate?
Santorini.- En un rincón pintoresco de Santorini, donde las vistas al mar Egeo y los atardeceres de Instagram son moneda corriente, un hombre decidió arrodillarse y sacar un anillo para proponerle matrimonio a su pareja. Todo parecía salido de una película romántica: él, con una pose digna de un galán de telenovela; ella, con las manos en la cara, probablemente conteniendo las lágrimas (o el deseo de huir, quién sabe). Pero, como en la vida real, las cosas no siempre salen según lo planeado.
Porque, claro, en medio de este momento "tan especial", aparece una turista con sombrero de exploradora y un celular en la mano, probablemente grabando su propia versión de la escena. Y no contenta con eso, su compañero de viaje decide ofrecerle un bocado de chocolate, como si estuvieran en un picnic y no interrumpiendo lo que debería haber sido el momento más memorable de la vida de otra persona. La señora, con la delicadeza de un elefante en una tienda de porcelana, acepta el snack, que parece haber sido robado de la escena de un comercial de los 90, mientras su compañero le ofrece otro bocado, como si el romance ajeno fuera el telón de fondo perfecto para su merienda.
El video, que rápidamente se volvió viral, lleva el subtítulo: "Una pareja de turistas interrumpe el video de una pedida de matrimonio y se vuelve viral: 'Los primeros tres segundos fueron hermosos'". Y sí, los primeros tres segundos fueron hermosos, hasta que el chocolate entró en escena. El novio, resignado, comentó que "nuestra propuesta de ensueño en Santorini accidentalmente se convirtió en un anuncio de barra de chocolate". No miente.
Ahora, ¿qué nos dice esto? Primero, que Santorini es un lugar tan turístico que incluso los momentos más íntimos pueden convertirse en un espectáculo público. Segundo, que no todos tienen el mismo concepto de privacidad o decencia. Y tercero, que a veces la vida es más divertida (o patética, según se mire) de lo que planeamos.
La pareja protagonista, Natali Melani y Kevin Arrieta, probablemente no olvidarán este día, pero no por las razones que esperaban. Mientras tanto, la turista con el chocolate se convirtió, sin querer, en la estrella del show. Porque, al final, ¿quién necesita un anillo cuando tienes una buena barra de chocolate y una cámara apuntándote?
En serio, Santorini, ¿no podías haberles dado un poco de privacidad? Pero no, prefieres que tu fama de destino romántico sea eclipsada por un snack. Bravo.