Dan revés a Trump: Congresistas frenan iniciativa de gravar 5% remesas; Sheinbaum convoca a los mexicanos a manifestarse en redes sociales
Ocurrió en una votación procedimental en un comité clave de la Cámara de Representantes, cinco republicanos del ala ultraconservadora se rebelaron contra su propio partido.
Washington, D.C.— En un golpe inesperado al presidente Donald Trump, un grupo de congresistas republicanos conservadores se alió con demócratas este viernes para frenar en seco el ambicioso plan fiscal “The One, Big, Beautiful Bill”, que incluía un polémico impuesto del 5% a las remesas enviadas por migrantes al extranjero. Horas antes, desde Palacio Nacional, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum había encendido las alarmas, exhortando a los mexicanos en México y Estados Unidos a inundar las redes sociales y enviar cartas a los congresistas estadounidenses para rechazar lo que calificó como una medida “discriminatoria” y violatoria de tratados bilaterales.
El revés ocurrió en una votación procedimental en un comité clave de la Cámara de Representantes, donde cinco republicanos del ala ultraconservadora, posiblemente del Caucus de la Libertad, se rebelaron contra su propio partido al considerar insuficientes los recortes al gasto público en el paquete fiscal. Los demócratas, que tildaron el plan de “extremo y tóxico”, aprovecharon la fractura republicana para bloquear su avance, dejando en el aire el cronograma que buscaba la aprobación en la Cámara antes del 26 de mayo y la firma de Trump para el 4 de julio. Con una mayoría republicana de apenas 220-215 escaños, cualquier disidencia interna es un obstáculo letal, y este episodio expone las profundas divisiones en el partido de Trump.
El impuesto a las remesas, que habría recaudado fondos para financiar recortes fiscales heredados de la primera administración Trump, amenazaba con golpear duramente a México, donde las remesas representan el 3.5% del PIB (64,700 millones de dólares en 2024). Analistas como Gabriela Siller, de Banco Base, estimaban una caída de 3,250 millones de dólares anuales en estos flujos, afectando a estados como Oaxaca y Michoacán, donde las remesas sostienen hasta el 10% de la economía local. Además, la medida corría el riesgo de empujar los envíos hacia canales informales, alimentando la corrupción y el lavado de dinero.
En su conferencia matutina, Sheinbaum no escatimó en críticas: “No estamos de acuerdo con este impuesto, lo plantean los congresistas republicanos. Primero, es discriminatorio; y segundo, viola un tratado firmado entre México y Estados Unidos”. Llamó a los migrantes y ciudadanos mexicanos a enviar mensajes a las redes sociales de los congresistas y cartas a la Cámara de Representantes, subrayando que “tengan la nacionalidad o no, este impuesto sería discriminatorio”. Anunció también acciones diplomáticas: el embajador Esteban Moctezuma coordinará reuniones con organizaciones de connacionales en EE. UU., y una delegación mexicana viajará a Washington para cabildear directamente con legisladores. “Haremos lo propio con el gobierno de los Estados Unidos, aunque sea una iniciativa del Congreso”, afirmó.
El freno en el Capitolio, aunque temporal, es un alivio para México, pero no una victoria definitiva. El presidente de la Cámara, Mike Johnson, podría renegociar con los disidentes para resucitar el proyecto, ajustando recortes o modificando el impuesto. Mientras tanto, la presión de Sheinbaum y la movilización de los migrantes en redes sociales podrían haber jugado un papel en visibilizar la oposición, recordando el peso de la comunidad mexicana en EE. UU. Con el tratado de 1994 contra la doble tributación como bandera, México se prepara para una batalla diplomática que apenas comienza.