De asesorías a ganadería, ¿cuál es la verdad?: Adán Augusto asegura que sus ingresos millonarios provienen de la ganadería
El coordinador de los senadores de Morena aclara que los 24 millones de pesos recibidos este año son por la venta de ganado, descartando otras actividades profesionales
CDMX.- En un intento por aclarar los ingresos millonarios que han generado polémica, Adán Augusto López, coordinador de los senadores de Morena, asegura ahora que los 24 millones de pesos recibidos este año provienen exclusivamente de su actividad ganadera. Sin embargo, esta versión choca con sus declaraciones previas, donde mencionó servicios profesionales como fuente de esos ingresos, y con reportes que apuntan a empresas fantasma o contratistas del gobierno de Tabasco.
En un video, López se defiende frente a los micrófonos, afirmando que dejó de realizar otras actividades para concentrarse en la ganadería y evitar conflictos de interés. “Mes con mes embarcan por medio de 150 cabezas de ganado”, asegura, aunque no aclara cómo esta actividad, por sí sola, justificaría una cifra tan elevada. La pregunta que queda en el aire es: ¿cómo un negocio ganadero, aparentemente modesto, genera ingresos que superan los de muchos empresarios consolidados?
El contexto no ayuda a disipar las dudas. Recientemente, se reveló que López recibió 79 millones de pesos en total, parte de los cuales fueron transferidos durante su participación en la contienda interna de Morena por la candidatura presidencial. Aunque asegura haber declarado esos ingresos al fisco, no los incluyó en su declaración patrimonial ante el Senado, un detalle que ha sido señalado como irregular.
La oposición y parte de la opinión pública cuestionan si estas explicaciones son suficientes o si, por el contrario, esconden una red de intereses que trasciende la ganadería. Después de todo, López no es un novato en el mundo de la política: ha sido gobernador, secretario de Gobernación y ahora senador, cargos que le han dado acceso a información privilegiada y a redes de poder que podrían explicar ingresos de esta magnitud.
Mientras tanto, la narrativa cambia con cada declaración. Primero fueron las asesorías, luego la herencia, y ahora la ganadería. ¿Qué vendrá después? Lo cierto es que, en un país donde la transparencia es una demanda constante, estas contradicciones no hacen más que alimentar la sospecha. Y en un entorno político polarizado, donde cada palabra cuenta, Adán Augusto parece estar jugando un peligroso juego de equilibrios. ¿Podrá sostener su versión, o terminará atrapado en su propia red de explicaciones? Solo el tiempo lo dirá.