Del plato a la celda: El influencer gastronómico que cayó en la red de Sonora
La Policía Municipal detuvo a Luis Isaac “N”, creador de contenido gastronómico con más de 4 millones de seguidores, junto con otras cinco personas en una vivienda de la colonia Adolfo López Mateos
Hermosillo, Sonora.- En un giro que parece sacado de una telenovela, Luis Isaac “N”, el carismático creador detrás de “Cocinando a la Periqué” –ese canal que ha seducido a más de 4 millones de seguidores con recetas picantes del noroeste mexicano–, terminó esposado la noche del 18 de noviembre. No por un error en la sazón, sino por posesión de estupefacientes, en una redada que dejó seis detenidos en un modesto domicilio de la colonia Adolfo López Mateos.
La Policía Municipal de Hermosillo irrumpió en el cruce de Tabachines y Amapolas, incautando 34 envoltorios de lo que parece cristal, esa metanfetamina sintética que azota las calles sonorenses como un maleficio persistente. Isaac, de 32 años y con un imperio digital en TikTok, Instagram y Facebook, fue uno más en la estadística: un nombre que pasa de viral a villano en horas. Las autoridades lo pusieron a disposición del Ministerio Público, pero detalles como su rol exacto en el lote –¿consumidor casual o algo peor?– siguen en el limbo, envueltos en el hermetismo típico de estas operaciones.
Esto no es solo un tropiezo personal. Sonora, con su frontera porosa y un narco que no distingue entre cocineros de influencers y capos de verdad, ve en casos como este el eco de una crisis mayor: en 2024, el estado registró más de 500 detenciones por drogas, según datos de la Secretaría de Seguridad, y Hermosillo lidera en cristal decomisado. ¿Qué dice de nosotros que un tipo que nos enseñaba a freír chiles ahora nos recuerda lo frágil que es la fama en tiempos de balas y bolsitas? Sus fans, atónitos en redes, oscilan entre la decepción y la defensa: “Todos erramos”, tuitean algunos. Pero el escrutinio apenas arranca. Si Isaac resbala más, su legado podría reducirse a un reel olvidado. Por ahora, el sabor amargo queda en el aire.



