¿Denuncia o show político? PAN interpone denuncia penal contra Adán Augusto y exige su renuncia como coordinador de Morena en el Senado
El Partido Acción Nacional acusa al senador de presuntos vínculos con el narcotráfico
CDMX.- A pocas horas de que el reloj marcara la medianoche del 25 de julio de, el Partido Acción Nacional (PAN) dio un golpe sobre la mesa al interponer una denuncia penal contra Adán Augusto López Hernández, coordinador de Morena en el Senado, exigiendo además su renuncia inmediata.
El PAN basa su acusación en supuestos vínculos del senador con actividades delictivas, incluyendo nexos con el narcotráfico, un tema que resuena con fuerza tras las recientes investigaciones sobre el exjefe de Seguridad de Tabasco durante su gubernatura, quien ya era objeto de escrutinio desde 2024, según confirmó Omar García Harfuch. Sin embargo, la movida del PAN levanta sospechas: ¿es una acción genuina para limpiar la política mexicana o un cálculo estratégico para desgastar a Morena de cara a las elecciones intermedias de 2027? La vicecoordinadora panista, Noemí Luna, ha apuntado a una supuesta complicidad del partido gobernante con el crimen organizado, pero las pruebas concretas aún brillan por su ausencia, dejando el caso en un terreno especulativo.
El contexto no ayuda a disipar dudas. Adán Augusto, exsecretario de Gobernación y aliado cercano de Andrés Manuel López Obrador, reapareció el pasado 20 de julio en el Consejo Nacional de Morena, minimizando las acusaciones como "politiquería". Su historial como gobernador de Tabasco (2019-2021) y las sombras sobre su administración han avivado el debate, especialmente tras el arresto de figuras cercanas. En X, las reacciones van desde el apoyo incondicional de sus seguidores hasta el escepticismo de quienes ven en el PAN una oposición tardía y oportunista, como reflejan los memes de un perezoso que circulan en la plataforma.
La pregunta clave sigue en el aire: ¿procederá esta denuncia en un sistema judicial que muchos consideran permeable a presiones políticas? Por ahora, el caso pinta más como un capítulo de una guerra de desgaste que como un esfuerzo por justicia. Habrá que estar atentos a los próximos movimientos.