Derrame de hidrocarburo en Dos Bocas, Tabasco, bajo investigación de la ASEA
Habitantes de Paraíso reportaron la llegada de un líquido aceitoso de color negro a las orillas de las playas, afectando la flora, fauna y la actividad pesquera de la zona.
Tabasco.— La Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), anunció que investigará el derrame de hidrocarburo ocurrido en la terminal marítima de Dos Bocas, en Paraíso, Tabasco. La agencia solicitó a Petróleos Mexicanos (Pemex) un informe detallado sobre las causas del incidente, la cantidad de hidrocarburo derramado y las acciones de remediación que implementará.
Desde el fin de semana, habitantes de Paraíso reportaron la llegada de un líquido aceitoso de color negro a las orillas de las playas, afectando la flora, fauna y la actividad pesquera de la zona. La fractura de una línea que conecta plataformas marinas de Pemex con la terminal fue identificada como la causa del derrame. El ayuntamiento de Paraíso, en coordinación con la Secretaría de Marina, realizó un recorrido de supervisión y limpieza en la zona afectada, izando una bandera negra para restringir el acceso a las playas públicas. Medios locales y usuarios en redes sociales han señalado el impacto en los pescadores y exigido una pronta atención a los daños ambientales.
Pemex confirmó un incidente en la refinería de Dos Bocas, que actualmente está en fase de arranque de operaciones, y aseguró que ya se encuentra bajo control. El ayuntamiento publicó imágenes de funcionarios, incluyendo a personal de Pemex, durante las labores de inspección en la costa.
La región de Dos Bocas no es ajena a incidentes de este tipo. En 2021, un incendio en un ducto frente a la terminal marítima, provocado por una pérdida de contención, resultó en un derrame que afectó manglares y bancos de ostras, según denuncias de pescadores locales. Pemex activó entonces un plan de respuesta para mitigar el impacto. Además, la erosión costera en la zona ha comprometido la estabilidad de ductos de hidrocarburos, incrementando el riesgo de fugas. Estos antecedentes subrayan los desafíos persistentes en la infraestructura de Pemex y su impacto en el ecosistema de Tabasco.