Derrumbe en el túnel “El Tornillo” de la autopista Mitla-Tehuantepec: una obra marcada por retrasos y sobrecostos
El túnel, ubicado en una zona históricamente propensa a deslaves, fue presentado por el gobierno federal como un “logro” técnico al sortear un tramo de alto riesgo.
Oaxaca.- La autopista Mitla-Tehuantepec, inaugurada con bombo y platillo el 25 de enero de 2025 por la presidenta Claudia Sheinbaum, enfrenta un nuevo revés: un derrumbe en el túnel “El Tornillo” obligó al cierre total de la vía desde el viernes 20 de junio, según autoridades oaxaqueñas. El colapso, atribuido a las lluvias intensas del huracán “Erick”, pone en entredicho la estabilidad de una infraestructura que costó 45 mil millones de pesos y tardó 15 años en completarse.
El túnel, ubicado en una zona históricamente propensa a deslaves, fue presentado por el gobierno federal como un “logro” técnico al sortear un tramo de alto riesgo. Sin embargo, imágenes difundidas por medios nacionales muestran el colapso parcial del túnel, lo que genera dudas sobre la calidad de la obra y su capacidad para resistir condiciones climáticas extremas, especialmente en un contexto de cambio climático que intensifica fenómenos como huracanes.
Una historia de promesas incumplidas
La autopista Mitla-Tehuantepec, que conecta la capital oaxaqueña con el Istmo, es un símbolo de los desafíos de la infraestructura en México. Proyectada en 2010 bajo el gobierno de Felipe Calderón con un presupuesto inicial de mil 580 millones de pesos, su costo se disparó a 45 mil millones, un incremento de casi 28 veces. La obra, concesionada inicialmente a Ingenieros Civiles Asociados (ICA), se estancó durante el sexenio de Pedro por la crisis financiera de la empresa, vinculada entonces a Televisa. En 2016, el grupo Carso, de Carlos Slim, tomó el control, pero los avances fueron lentos.
En febrero de 2024, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador anunció la recompensa de la concesión a Carso por un monto no revelado públicamente, aunque el Fondo Nacional de Infraestructura registra dos pagos de 9 mil millones de pesos en agosto de 2024 y enero de 2025 para “completar la obra”. La carretera, cuya finalización se prometió para agosto de 2024, sufrió más retrasos y fue inaugurada hasta enero de 2025, con trabajos visibles incluso en diciembre de 2024, según reportes.
Narrativa oficial vs. realidad
El discurso oficial destacó la obra como una hazaña rescatada por López Obrador tras años de abandono. Durante la inauguración, Sheinbaum atribuyó el éxito a su antecesor, agradando también a Grupo Carso y su director de obras, Antonio Gómez. El comunicado oficial enfatizó que el túnel “El Tornillo” resolvió una “zona peligrosa” de deslaves, pero el reciente colapso sugiere que los retos técnicos no fueron completamente superados.
La narrativa gubernamental omite los sobrecostos, los retrasos y la falta de transparencia sobre el costo de la recompensa de la concesión. Además, la obra fue promovida como un impulsor del desarrollo en el Istmo, pero su cierre actual, a solo cinco meses de la inauguración, afecta la conectividad y la economía local, forzando a los usuarios a usar la ruta alterna vía 190.
Preguntas sin respuesta
El derrumbe plantea interrogantes urgentes: ¿Se realizaron estudios geotécnicos suficientes para garantizar la seguridad del túnel en una zona de deslaves? ¿Hubo fallos en la construcción o en la supervisión de la obra? ¿Por qué no se priorizaron medidas de resiliencia climática en un área vulnerable a huracanes? Hasta el momento, ni la Secretaría de Infraestructura ni Grupo Carso han emitido un comunicado detallado sobre las causas del colapso o los plazos para reabrir la vía.
Mientras tanto, los oaxaqueños enfrentan las consecuencias de una obra que, pese a su costo millonario y su relevancia política, parece lejos de cumplir su promesa de ser una solución definitiva. La autopista Mitla-Tehuantepec, lejos de ser “obra acabada””, sigue siendo una historia sin fin.