Desaparición de Tayron Paredes: ¿Otro músico venezolano que expone la crisis de seguridad en México?
Autoridades emiten alerta tras reportar su última ubicación en Cuautitlán Izcalli el 19 de septiembre
CDMX.- La alerta se encendió este lunes 22 de septiembre, cuando la Comisión Nacional de Búsqueda emitió una ficha oficial por la desaparición de Tayron Paredes Gamboa, un músico venezolano de 27 años, visto por última vez el 19 de septiembre en Cuautitlán Izcalli, Estado de México. Con un tatuaje en el brazo izquierdo como único rasgo distintivo documentado, su caso llega apenas horas después de que los cuerpos de dos músicos colombianos, Bayron Sánchez Salazar y Jorge Luis Herrera Ramos, fueran hallados sin vida en Cocotitlán, también en la entidad. La coincidencia no pasa desapercibida y despierta sospechas sobre una posible red de violencia que podría estar targeteando a artistas extranjeros.
El contexto es alarmante. México enfrenta una ola de desapariciones que, según datos oficiales, supera las 100,000 personas no localizadas en la última década, con el Estado de México como uno de los epicentros. La cercanía temporal y geográfica entre estos casos plantea preguntas incómodas: ¿estamos ante un patrón de crimen organizado que aprovecha la vulnerabilidad de migrantes?. Mientras tanto, la familia de Paredes, desesperada, busca respuestas en un país donde la impunidad ronda el 90% en delitos de alto impacto.
La respuesta del gobierno ha sido tibia. La presidenta Claudia Sheinbaum prometió investigar tras la presión del mandatario colombiano Gustavo Petro, pero las promesas se diluyen en un sistema judicial saturado y una estrategia de seguridad cuestionada. La sociedad, en redes, oscila entre la indignación y el cinismo, con algunos culpando directamente a las políticas migratorias y otros señalando la corrupción como el verdadero motor de esta crisis. Por ahora, el paradero de Tayron sigue en el aire, y su caso se suma a una lista que urge acción más allá de los comunicados oficiales. Si sabes algo, el 800 028 7783 sigue siendo la línea de esperanza.