¿Desesperación o estrategia? Maduro busca el apoyo del Vaticano en tiempos de crisis
La misiva fue entregada al Vaticano por el embajador venezolano y recibida por el cardenal Pietro Parolin
Caracas.- Una imagen que circula en redes muestra al presidente venezolano Nicolás Maduro sosteniendo una cruz frente a su rostro, en lo que parece un gesto de súplica o reflexión, mientras se confirma que envió una carta al papa León XIV buscando apoyo contra lo que denomina una “amenaza estadounidense”. La misiva, entregada a través del embajador venezolano ante el Vaticano y recibida por el cardenal Pietro Parolin, llega en un momento crítico para el régimen, marcado por tensiones geopolíticas y una crisis humanitaria que ha empujado a más de 8 millones de venezolanos al exilio desde 2014.
El movimiento de Maduro no es nuevo: en 2019, su predecesor, el papa Francisco, intentó mediar en la crisis venezolana, pero los esfuerzos naufragaron ante las acusaciones de parcialidad y la falta de avances concretos. Ahora, con León XIV al frente de la Iglesia católica, el líder chavista parece apostar por un respaldo moral que le permita contrarrestar las presiones de Estados Unidos, que lo acusa de narcotráfico y ha ofrecido una recompensa de 50 millones de dólares por su captura. Sin embargo, la jugada levanta sospechas: ¿es un genuino llamado a la paz o un intento calculado de lavar su imagen tras años de denuncias por violaciones de derechos humanos y elecciones cuestionadas?
La escena, captada en un entorno religioso, contrasta con la realidad que viven millones de venezolanos: más de 5 millones padecen hambre, según la ONU, mientras el régimen instrumentaliza programas sociales y reprime a opositores. Las reacciones en redes no se han hecho esperar, con críticas que van desde la hipocresía hasta el cinismo, mientras el Vaticano aún no ha respondido oficialmente. Lo que está claro es que Maduro juega una carta arriesgada: si León XIV opta por un enfoque neutral o crítico, el golpe a su narrativa podría ser devastador. La pregunta queda en el aire: ¿podrá la cruz salvarlo de sus propios demonios?