Detienen en EE.UU. a Sandra Lucía Téllez, socia de la Guardería ABC, tras 16 años de la tragedia en Hermosillo
El colectivo Manos Unidas exige su extradición a México para cumplir una sentencia por el incendio que dejó 49 niños fallecidos
Hermosillo, Sonora.- A 16 años de la tragedia que dejó 49 niños muertos y más de 100 heridos en el incendio de la Guardería ABC, una noticia sacude a México, Sandra Lucía Téllez Nieves, una de las propietarias de la estancia infantil, fue detenida en un centro de detención en Eloy, Arizona, tras una orden de reaprehensión librada por Interpol. El anuncio, hecho de manera extraoficial por el colectivo Manos Unidas por Nuestros Niños, llega como un rayo de esperanza para las familias que, desde 2009, han exigido justicia sin éxito tangible.
El caso, envuelto en impunidad desde el principio, señala a autoridades de los tres niveles de gobierno y a socios de la guardería, algunos ligados al gabinete del entonces gobernador Eduardo Bours y a círculos empresariales prominentes. La detención de Téllez, sentenciada en 2016 a 28 años de prisión por homicidio culposo —aunque su pena fue reducida a cinco años tras apelaciones—, plantea preguntas incómodas. ¿Es este un paso real hacia la rendición de cuentas o un movimiento calculado en un contexto político cargado? La carta abierta a la presidenta Claudia Sheinbaum y al fiscal Alejandro Gertz Manero, firmada por el colectivo, urge su extradición, pero el historial de impunidad en casos como el Colegio Rébsamen o la Línea 12 del Metro invita al escepticismo.
La tragedia de la Guardería ABC expuso fallas estructurales y negligencias, desde la subrogación del Instituto Mexicano del Seguro Social hasta la falta de supervisión. Que Téllez sea localizada ahora, tras años de silencio, coincide con un momento de tensión política en México, lo que alimenta teorías de distracción. Mientras las familias claman por cierre, el verdadero desafío será si esta detención marca un precedente o se diluye en promesas vacías. La justicia, a estas alturas, no solo debe llegar, sino demostrarse incuestionable.

