¿Divorcio estratégico o casualidad?: Marina del Pilar confirma separación tras el revés de las visas
La gobernadora de Baja California anunció el proceso de separación durante una conferencia de prensa, destacando respeto mutuo y enfoque en el bienestar familiar
Baja California.- En un giro que levanta más preguntas que respuestas, la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, confirmó este miércoles su divorcio de Carlos Torres, excoordinador de proyectos especiales en Tijuana, en medio de una conferencia de prensa que parecía destinada a otros temas. “Estamos en proceso de divorcio, yo respeto mucho a Carlos, es un gran hombre, un gran papá, y lo estamos haciendo con mucho cariño y mucho respeto”, afirmó, intentando proyectar una imagen de armonía. Sin embargo, la declaración llega casi cinco meses después de que ambos vieran revocadas sus visas por Estados Unidos, un hecho que ha alimentado especulaciones sobre las verdaderas razones detrás de esta ruptura.
El contexto no ayuda a disipar las dudas. La pareja, casada desde 2019 y con un perfil público consolidado —ella como la primera mujer gobernadora del estado y él como un actor clave en su administración—, enfrentó en mayo pasado la cancelación simultánea de sus visas de turista, un movimiento atribuido a una investigación del Departamento de Estado estadounidense. Aunque ninguno ha enfrentado cargos formales, la medida coincidió con un endurecimiento de la política migratoria de la administración Trump, lo que ha puesto bajo lupa a funcionarios mexicanos vinculados a Morena, el partido de Ávila. Torres, por su parte, renunció a su cargo en junio, citando motivos familiares, pero su silencio posterior ha dejado un vacío que las redes sociales se han apresurado a llenar con teorías de corrupción y conveniencia política.
El timing de este anuncio resulta intrigante. ¿Es el divorcio un intento de deslindarse públicamente de Torres ante posibles escrutinios internacionales, o simplemente el desenlace natural de una relación tensionada por el escrutinio mediático? La gobernadora, quien hace apenas un año celebraba su quinto aniversario de bodas como un vínculo de “compañero y mejor amigo”, ahora pide a la prensa que tome la noticia con calma, un pedido que choca con la avalancha de críticas en X, donde usuarios ironizan sobre la supuesta “separación por visas”. Mientras tanto, su popularidad —69.7% según encuestas de diciembre de 2024— podría estar en juego si no aclara los rumores que la vinculan a manejos turbios.
Lo cierto es que este caso trasciende lo personal. En un entorno político donde los vínculos familiares y las acusaciones de corrupción suelen ir de la mano, el divorcio de Ávila y Torres no solo redefine su narrativa pública, sino que pone a prueba la credibilidad de una gobernadora que prometió transparencia. La próxima jugada será crucial para saber si este es un capítulo de resiliencia o el comienzo de una caída.