Dr. Polo, el doctor que vendió su ética por 48 mil pesos
El influencer médico publicó un video defendiendo su ética profesional, pero evitó disculparse directamente por su participación en una campaña pagada que criticaba el suero rehidratante
CDMX.- En un intento por limpiar su imagen tras el escándalo de la campaña pagada contra Electrolit, el influencer médico Dr. Polo Guerrero publicó un video que, lejos de ser una disculpa, suena más a un comunicado dirigido a sus patrocinadores. Sentado en un sillón, con un fondo que busca transmitir seriedad, el doctor asegura que actuará con “mayor responsabilidad” en el futuro, pero omite cualquier reconocimiento explícito de su error.
La polémica estalló cuando se reveló que Dr. Polo, junto con otros influencers, participó en una campaña orquestada para desprestigiar a Electrolit, un suero rehidratante ampliamente consumido en México. La oferta, según Mr. Doctor, otro creador de contenido, era sencilla: hablar mal del producto a cambio de 48 mil pesos. El video original de Dr. Polo, ahora eliminado, criticaba duramente a Electrolit por su alto contenido de azúcar y su falta de sellos de advertencia, argumentos que, aunque parcialmente ciertos, fueron manipulados para fines comerciales.
Lo que llama la atención no es solo la participación en esta campaña, sino la falta de transparencia. Dr. Polo no menciona en su video reciente si recibió o no el dinero, ni ofrece una disculpa directa a su audiencia, que lo siguió por su supuesto compromiso con la salud. En lugar de eso, habla de “humildad” y “dar la cara”, pero su mensaje parece más enfocado en mantener la confianza de las marcas farmacéuticas y universidades que lo patrocinan.
El contexto es clave aquí. Electrolit, a pesar de sus críticas, está registrado como medicamento y su fórmula está clínicamente respaldada para casos de deshidratación. La campaña pagada no solo puso en riesgo la credibilidad de Dr. Polo, sino que también generó un debate sobre la ética de los influencers médicos, quienes, con millones de seguidores, tienen una responsabilidad significativa.
Este caso no es aislado. En los últimos años, hemos visto cómo la línea entre contenido informativo y publicidad se ha vuelto cada vez más difusa en redes sociales. La pregunta que queda en el aire es: ¿qué tan lejos están dispuestos a llegar algunos influencers por un cheque? En el caso de Dr. Polo, parece que 48 mil pesos fueron suficientes para comprometer su ética profesional. Y aunque ahora promete ser más cuidadoso, la confianza, una vez perdida, es difícil de recuperar.
Quizá sea momento de que la audiencia exija mayor transparencia y que las plataformas tomen medidas para regular este tipo de contenido. Al fin y al cabo, la salud no debería ser un negocio.