EE.UU. cierra la puerta al ganado mexicano: ¿Un golpe al comercio o una medida necesaria?
La medida responde a una revisión de la campaña mexicana contra el gusano barrenador del Nuevo Mundo
CDMX.- Estados Unidos anunció una suspensión de 15 días a las exportaciones de ganado mexicano, una decisión que ha reavivado las tensiones comerciales entre ambos países. La medida responde a una revisión de la campaña mexicana contra el gusano barrenador del Nuevo Mundo, una mosca parasitaria que se introduce en la carne de animales vivos, causando heridas graves que pueden ser mortales si no se tratan. México, por su parte, ha criticado la suspensión, argumentando que afecta los esfuerzos binacionales para combatir esta plaga. Pero, ¿es esta medida un exceso de precaución o una respuesta justificada ante un problema persistente?
El contexto no es nuevo. En noviembre de 2024, el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) ya había bloqueado las importaciones de ganado mexicano tras detectar un caso de gusano barrenador en una vaca en Tabasco, según informó la Organización Mundial de Sanidad Animal. Aunque las importaciones se reanudaron en febrero de 2025 bajo protocolos más estrictos, como inspecciones previas y tratamientos específicos en puntos de entrada aprobados por la USDA, este nuevo cierre sugiere que México no ha avanzado lo suficiente en su lucha contra el parásito. Un usuario en X,@szash, corrigió el dato inicial, la suspensión no es de 15 días, sino indefinida, con una revisión programada en ese plazo, y acusó al gobierno mexicano de minimizar la gravedad del problema.
El gusano barrenador no es un tema menor. Erradicado en EE.UU. desde 1966, este parásito sigue siendo una amenaza en regiones como México, donde las condiciones climáticas y las limitaciones logísticas complican su control. Para la industria ganadera estadounidense, el riesgo es económico y sanitario, las pérdidas potenciales por un brote se estiman en mil millones de dólares anuales, según datos históricos de la USDA. México, que hasta antes de los cierres era el mayor proveedor de ganado a EE.UU. con 114,000 cabezas exportadas en 2023, vio caer sus envíos a solo 24,000 en marzo de 2025, reflejo del impacto de estas restricciones.
Mientras tanto, un acuerdo del 30 de abril de 2025 entre ambos países permitió mantener los puertos abiertos a cambio de que México facilitara el uso de aeronaves de la USDA y eliminara aranceles a equipos de erradicación. Sin embargo, este nuevo cierre indica que las condiciones no se han cumplido, exponiendo las fricciones entre la necesidad de proteger la bioseguridad y el flujo comercial.
La crítica de México al cierre puede tener fundamento en el impacto económico—el sector ganadero aporta cerca del 1.5% al PIB mexicano, según el INEGI—, pero también refleja una falta de autocrítica. Si las autoridades mexicanas no intensifican sus esfuerzos, como lo advirtió la USDA en abril, el riesgo de cierres prolongados seguirá latente. Este episodio no solo pone en jaque la relación comercial con EE.UU., sino que evidencia la urgencia de una estrategia más efectiva contra una plaga que, aunque controlada en el pasado, sigue siendo un dolor de cabeza para ambos lados de la frontera. ¿Podrán México y EE.UU. encontrar un equilibrio entre comercio y seguridad sanitaria, o estamos ante el preludio de una crisis mayor?