El baño del futuro (o del infierno): Lisboa inaugura el excusado sin puertas ni privacidad
El diseño del nuevo baño del aeropuerto Humberto Delgado, captado en un video viral, elimina las puertas de los inodoros, suscitando críticas por su impacto en la intimidad de los usuarios
Lisboa.- Imagina que estás en un aeropuerto, con las tripas revueltas por la comida del avión, y decides ir al baño. Abres la puerta, y oh sorpresa, te encuentras con un escenario que parece sacado de una película de terror social: inodoros sin puertas, alineados como soldados en un desfile, y un espejo gigante que cubre toda la pared, como si estuvieran grabando un reality show de evacuaciones. Bienvenido al nuevo baño del aeropuerto de Lisboa, donde la privacidad se fue de vacaciones y no planea volver.
El video que circula en X (antes Twitter) muestra este peculiar diseño, que ha dejado a más de uno con la mandíbula en el suelo. La idea, según parece, es que los baños estén “abiertos” para fomentar... ¿qué? ¿La camaradería? ¿La exposición pública? No lo sé, pero lo que sí sé es que si yo estuviera allí, preferiría hacer una danza del vientre en el medio del lobby antes que usar uno de esos tronos expuestos.
El contexto es este: el aeropuerto de Lisboa, como muchos otros en Europa, está en una constante carrera por modernizarse. Pero ¿modernizar significa sacrificar la dignidad humana? Según el video, los baños no solo carecen de puertas, sino que también cuentan con dispensadores de papel higiénico y papeleras, como si quisieran decir: “Aquí tienes todo lo que necesitas, excepto privacidad”. Y para rematar, una mujer en el video se mira al espejo y dice: “Esto está fuera del contexto”, lo cual, sinceramente, es el eufemismo del siglo.
Ahora, hagamos un poco de análisis jocoso pero informado. ¿Qué pasa si necesitas un momento de introspección mientras estás en el trono? ¿O si simplemente quieres evitar que el tipo de al lado te vea hacer la cara de “esto no va a ser bonito”? Parece que en Lisboa han decidido que el baño es el nuevo espacio de socialización extrema. Y no, no es un baño para niños, como algunos han sugerido en las redes; es un baño para adultos, porque aparentemente en 2025 la tendencia es “todo vale”.
Pero no todo es risa. Detrás de esta broma hay una reflexión seria: ¿hasta dónde llega la modernidad cuando sacrificamos lo básico, como la privacidad? ¿Y quién diablos pensó que esto era una buena idea? Quizás en el futuro nos acostumbraremos, como nos acostumbramos a los aviones sin espacio para las piernas, pero por ahora, este baño de Lisboa es un recordatorio de que a veces el progreso puede ser, digamos, un poco... expuesto.