El blindaje azul: PAN nombra a García Cabeza de Vaca representante en Norteamérica horas antes de nueva denuncia penal en su contra
PAN designó a Francisco García Cabeza de Vaca, exgobernador de Tamaulipas, como su representante ante América del Norte. Minutos después, Morena presentó ante la FGR una denuncia por huachicol fiscal
CDMX.- En un movimiento que huele a maniobra desesperada por blindar a uno de sus cuadros más controvertidos, el PAN nombró este 8 de diciembre a Francisco Javier García Cabeza de Vaca como su representante en América del Norte, apenas horas antes de que Morena lo denunciara por “huachicol fiscal” ante la FGR. El exgobernador de Tamaulipas, prófugo en Estados Unidos desde 2021 tras un torbellino de acusaciones por delincuencia organizada, lavado de dinero y defraudación fiscal, ha esquivado la justicia mexicana con maestría: un Congreso local panista le negó el desafuero, una orden de aprehensión se anuló en febrero de 2025 y, para rematar, la SCJN atrajo su caso sin avances concretos. Con 70 denuncias por desvío de recursos en su contra y un historial ligado al caos del huachicol en un estado azotado por cárteles, su designación virtual —desde un sitio ignoto— no es casual: Jorge Romero Herrera, líder panista, lo vendió como defensa de “militantes sin sentencia”, pero en el fondo apesta a operación de rescate para un aliado que sabe demasiado de los entresijos tamaulipecos.
La contraofensiva morenista no se hizo esperar: el diputado Sergio Gutiérrez Luna y el presidente del Congreso local, Humberto Prieto Herrera, irrumpieron en la FGR con una querella por extorsión y delitos en hidrocarburos, exigiendo la extradición del prófugo que, según ellos, opera desde el exilio para evadir cuentas pendientes. Apoyados en una campaña que juntó más de 100 mil firmas en Tamaulipas —lanzada en noviembre para acabar con la impunidad—, escalaron el reclamo hasta la SCJN, donde el ministro Hugo Aguilar recibió su pliego de quejas. Cabeza de Vaca, fiel a su estilo, despachó la denuncia como “una cortina de humo” para distraer de la violencia y corrupción nacional, tildando a Gutiérrez Luna de “gato protegido” por grupos criminales. Críticamente, esto expone la fractura opositora: mientras el PRI tamaulipeco se deslinda a toda costa, el PAN dobla la apuesta, recordando el escudo similar a Ricardo Anaya, en un México donde la política y el crimen se entretejen con impunidad rampante.
Este duelo no es solo personal; es un termómetro de la transición en la FGR post-Gertz Manero, donde Morena busca cerrar capítulos de la era neoliberal con acusaciones que podrían salpicar a más panistas. Si Cabeza de Vaca logra anclarse en Norteamérica como “enlace comercial”, el PAN gana tiempo para rearmarse rumbo al 2027; si la justicia aprieta, podría ser el detonador de una implosión interna. En Tamaulipas, donde el huachicol no es solo combustible robado sino metáfora de un sistema podrido, la ciudadanía observa con escepticismo: ¿cuánto durará este nuevo velo de impunidad?



