El campo mexicano se levanta: Anuncian paro nacional y toma de aduanas para el 24 de Noviembre
Productores agropecuarios anuncian paro nacional para el 24 de noviembre; irrumpen en Sader para exigir diálogo
CDMX.- En medio de una escalada de protestas que no da tregua, el sector agropecuario mexicano dio un nuevo paso este martes. Mientras productores irrumpían en las oficinas de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) para exigir respuestas directas al secretario Julio Berdegué, en el Zócalo capitalino, líderes del Frente Nacional de Rescate del Campo y la Asociación Nacional de Transportistas (ANTAC) anunciaban un paro nacional para el próximo 24 de noviembre.
El anuncio, realizado frente a Palacio Nacional y captado por decenas de cámaras, dejó claro que la paciencia se agotó. “La forma de lucha va a volver a ser las carreteras. Vamos a tapar el tránsito de las mercancías, no vamos obstruir el paso de vehículos privados y del transporte de pasajeros, y concretar la toma de aduanas como forma de presión máxima”, declaró uno de los representantes, en un tono que no dejaba lugar a dudas sobre la determinación del movimiento.
Este no es un episodio aislado. Desde octubre, el campo mexicano ha sido escenario de bloqueos carreteros y manifestaciones en estados como Querétaro, Hidalgo, Michoacán y Sinaloa, donde productores exigen que el precio mínimo de garantía para el maíz blanco suba a 7,200 pesos por tonelada, frente a los 3,800 pesos que actualmente ofrece el gobierno. La respuesta oficial, encabezada por Berdegué, ha sido insuficiente, según los manifestantes, quienes denuncian que los acuerdos previos no se cumplen o se diluyen en burocracia.
El contexto es alarmante. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el sector agropecuario ha perdido más del 30% de su capacidad productiva en los últimos cinco años, agravado por sequías, inflación y la falta de apoyos gubernamentales efectivos. Además, la entrada en vigor del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) ha inundado el mercado nacional con maíz importado a precios más bajos, dejando a los productores locales en desventaja.
La irrupción en Sader y el anuncio del paro nacional no son más que síntomas de una crisis más profunda. El campo mexicano, que sustenta a millones de familias y es la base de la soberanía alimentaria, está al borde del colapso. Y mientras el gobierno intenta minimizar el movimiento, calificándolo de “sectorial” y “poco representativo”, la realidad en el Zócalo y las carreteras del país dice lo contrario.



