El colapso del sistema de salud pública dispara los costos de la salud privada en México
La situación ha empujado a millones de mexicanos hacia el sector privado, donde los costos se encarecen bajo la lógica de la oferta y la demanda.
CDMX.- En 2025, el precio de las consultas médicas privadas en México se ha disparado un 6.1% en abril, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), marcando el mayor incremento en 21 años. Este alza, que supera la inflación general del 3.9%, refleja una crisis estructural en el sistema de salud pública, incapaz de satisfacer la creciente demanda. La situación ha empujado a millones de mexicanos hacia el sector privado, donde los costos se encarecen bajo la lógica de la oferta y la demanda.
El Inegi detalla que el aumento abarca consultas con médicos generales, especialistas, curanderos y servicios como control de peso o atención prenatal, siendo esta última la más afectada con un incremento del 6.7%. Paralelamente, la hospitalización general subió un 6% y los servicios relacionados con el parto un 6.2%. Los medicamentos no se quedan atrás: los tratamientos para la diabetes aumentaron un 7.5%, los antiinflamatorios un 7.2% y los anticonceptivos un 6.7%.
Causas profundas: un sistema público en declive
Especialistas como Luis Fernando Hernández Lezama, presidente del Comité Técnico de Soy Paciente, atribuyen esta escalada al debilitamiento del sistema público durante la última década. Factores clave incluyen la desaparición del Seguro Popular en 2020, la escasez de medicamentos, los intentos fallidos de combatir la corrupción en las compras públicas y el impacto de la pandemia de Covid-19, que sobrecargó los servicios de salud. “El sistema público no ha podido absorber la demanda, lo que ha llevado a un aumento en la atención en consultorios privados y de farmacias”, señala Hernández Lezama.
Una encuesta del Inegi revela que el 64% de los mexicanos prefiere acudir a médicos privados, una tendencia que se intensifica ante la falta de infraestructura, personal y medicamentos en los hospitales públicos. La Secretaría de Salud ha reconocido el crecimiento de consultorios improvisados en domicilios particulares, una solución precaria que no resuelve el problema de fondo.
Un mercado de salud distorsionado
El sector privado, lejos de ser una solución accesible, opera bajo una lógica de mercado que prioriza la rentabilidad. Hernández Lezama, quien ocupó cargos en el gabinete de salud en los años 80, explica que los médicos privados trasladan a los pacientes los costos de equipos especializados y tecnologías avanzadas. “Los hospitales privados invierten en tecnología de punta y buscan recuperar rápidamente su inversión, lo que eleva los precios”, afirma. Este fenómeno, combinado con la inflación médica global, ha generado un aumento proyectado del 14.9% en los costos de salud para 2025, según la consultora WTW.
La pandemia exacerbó esta dinámica al reducir la producción de medicamentos no relacionados con Covid-19, lo que incrementó los precios de otros fármacos. Además, el concepto de “turismo médico” está en auge, con pacientes buscando alternativas en el extranjero ante los altos costos locales y la precariedad del sistema público.
Una sociedad atrapada entre dos males
La población mexicana enfrenta un dilema: un sistema público desbordado y un sector privado cada vez más inaccesible. Hernández Lezama critica la falta de presión ciudadana y de políticas públicas efectivas para revertir el deterioro del sector salud. “Los recursos de los programas sociales se destinan a necesidades inmediatas como salud y alimentación, pero no hay una respuesta contundente para fortalecer el sistema público”, advierte. Esto ha permitido que los márgenes de ganancia en el sector privado alcancen entre 200% y 300%, según el experto.
El panorama es especialmente grave para quienes requieren cirugías, tratamientos crónicos o estudios especializados. Los hospitales públicos carecen de quirófanos equipados y medicamentos esenciales, mientras que los servicios privados resultan prohibitivos para la mayoría. La inflación médica del 13.3% en 2024, reportada por WTW, agrava aún más el acceso a la salud, con el 52.7% del gasto familiar destinado a medicamentos.
Perspectivas sombrías
Sin una reforma integral que fortalezca el sistema público y regule los costos del sector privado, México seguirá atrapado en una espiral de desigualdad en el acceso a la salud. La falta de transparencia en los precios y la dependencia de proveedores privados, como señala WTW, perpetúan un modelo donde la salud se convierte en un privilegio y no en un derecho. Mientras el gobierno no priorice la inversión en infraestructura, personal y medicamentos, los, los mexicanos seguirán pagando el precio de un sistema roto.