El depredador de Tinder: Cómo un diplomático de EU abusó de mujeres en México y burló la justicia
Las sobrevivientes coinciden en que el dinero no repara el daño. “Es un depredador y no merece ser liberado jamás”, declararon en los documentos
CDMX.- ¿Por qué un caso que culminó con una sentencia en septiembre de 2024 vuelve a ser noticia en mayo de 2025? Brian Jeffrey Raymond, exagente de la CIA y diplomático de la Embajada de Estados Unidos en México entre 2018 y 2020, regresa a los titulares tras la reciente desclasificación de 190 páginas de documentos judiciales que detallan los horrores que cometió contra al menos 27 mujeres en el mundo, nueve de ellas en la Ciudad de México.
Raymond utilizaba Tinder y Bumble para contactar a sus víctimas, presentándose como un diplomático respetable para ganar su confianza. Las drogaba con vino, queso y otros aperitivos, y luego las agredía sexualmente en una residencia oficial en Polanco o en hoteles, grabando sus crímenes en más de 400 fotos y videos. El caso salió a la luz en mayo de 2020, cuando una joven mexicana, tras despertar desnuda y ser abusada, gritó desde un balcón pidiendo ayuda. Aunque la policía llegó, Raymond fue liberado gracias a su inmunidad diplomática, dejando a la víctima enfrentando no solo el trauma, sino también la revictimización por parte de las autoridades locales, quienes la culparon por “confiar en un desconocido”.
La publicación de estos documentos, que incluyen testimonios desgarradores de las sobrevivientes, ha renovado el debate público sobre la seguridad en las plataformas de citas. Según un informe de Pew Research de 2022, el 46% de las mujeres estadounidenses en apps de citas han enfrentado acoso, mientras que en México, datos del Inegi (Mociba 2020) indican que 9.4 millones de mujeres han sufrido acoso cibernético. A pesar de que Match Group, dueño de Tinder, implementó sistemas como Sentinel para rastrear abusos desde 2019, la falta de regulación efectiva sigue siendo un problema. Los expedientes también revelan cómo Raymond, sin antecedentes penales y con una carrera impecable —estudios en Marquette y George Washington, y misiones en 25 países—, usó su posición para crear una falsa sensación de seguridad.
Sentenciado a 30 años de prisión y a pagar 10 mil dólares por víctima, las sobrevivientes coinciden en que el dinero no repara el daño. “Es un depredador y no merece ser liberado jamás”, declararon en los documentos. La noticia resurge hoy no solo por la apertura de los expedientes, sino porque coincide con un contexto global de creciente escrutinio hacia los abusos de poder y la impunidad diplomática, como lo reflejan casos paralelos, como el del exdiplomático mexicano Andrés Roemer, arrestado en Israel en 2023 por cargos similares. Este caso subraya la urgencia de reformas en la supervisión de funcionarios diplomáticos y en la protección de usuarias en plataformas digitales, un tema que sigue resonando con fuerza en 2025.