El espejismo del crecimiento: ¿Está la economía global al borde del colapso?
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el crecimiento global proyectado para 2025 es de un modesto 3.2%.
CDMX.- La economía global camina sobre una cuerda floja. Los titulares celebran récords en los mercados bursátiles y un crecimiento del PIB en varias potencias, pero un análisis más profundo revela grietas inquietantes. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el crecimiento global proyectado para 2025 es de un modesto 3.2%, apenas suficiente para mantener el ritmo pre-pandemia, pero con riesgos crecientes, inflación persistente, deuda pública disparada y tensiones geopolíticas que estrangulan el comercio.
Estados Unidos, el motor económico mundial, reportó un crecimiento del 2.5% en 2024, según la Reserva Federal, pero la inflación, aunque moderada al 3.1% en diciembre, sigue erosionando el poder adquisitivo. Mientras, la deuda nacional supera los 34 billones de dólares, un 120% del PIB, un nivel no visto desde la Segunda Guerra Mundial. En Europa, la situación no es mejor. La Eurozona creció un anémico 0.8% en 2024, lastrada por la dependencia energética y el impacto de las sanciones a Rusia, que han disparado los costos de producción.
China, el otrora titán del crecimiento, enfrenta su propio abismo. Su economía creció un 4.6% en 2024, según datos oficiales, pero la crisis inmobiliaria, con gigantes como Evergrande al borde de la quiebra, y una población en declive amenazan su estabilidad. El Banco Mundial advierte que un colapso en China podría arrastrar al resto del mundo a una recesión.
El contexto no miente, la globalización, que durante décadas fue el pilar del crecimiento, se tambalea. La Organización Mundial del Comercio reporta una caída del 1.2% en el comercio global en 2024, la primera desde 2009, producto de guerras comerciales, sanciones y cuellos de botella logísticos. A esto se suma el cambio climático, que según la ONU costará a la economía global 1.3 billones de dólares anuales para 2030 si no se toman medidas urgentes.
Entonces, ¿por qué los mercados siguen subiendo? Especulación, principalmente. Los inversores, dopados por tasas de interés bajas y estímulos fiscales, apuestan a corto plazo, ignorando las señales de alarma. Pero la historia enseña que los castillos de naipes no duran. La pregunta no es si la burbuja estallará, sino cuándo.