El Hotel Mundo Maya de Sedena en Tulum: ¿Un proyecto ambicioso que se desmorona antes de tiempo?
Inspecciones confirman infestación en vigas y techos; licitación por 5.9 millones de pesos busca solución
Tulum.- A menos de un año de su inauguración, el Hotel Mundo Maya Tulum, orgullo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y parte de su incursión en el negocio hotelero, enfrenta un problema que pone en jaque su estabilidad: una plaga de escarabajo barrenador que amenaza con colapsar sus estructuras. Las vigas, techos y mobiliario de madera del recinto están siendo devorados por este insecto, un riesgo que las autoridades reconocen como "inminente" para la seguridad de los huéspedes y el patrimonio público.
El proyecto, que forma parte de la expansión de Sedena en el sector turístico —impulsada por la administración de hoteles como Nuevo Uxmal y estaciones del Tren Maya—, parecía un ambicioso salto hacia la diversificación económica. Sin embargo, la rapidez con la que este hotel en Tulum se ha visto afectado levanta serias dudas. Según la licitación IA-07-H0C-007H0C999-N-109-2025, publicada en Compras MX, inspecciones técnicas confirman una infestación activa que compromete la integridad del edificio. ¿Cómo es posible que un proyecto respaldado por una institución militar no haya considerado estudios previos sobre plagas endémicas en la región?
Cuatro empresas compiten por un contrato de fumigación que oscila entre 3.3 y 5.9 millones de pesos, con un fallo programado para el 19 de agosto. El requerimiento de personal especializado, como biólogos titulados, sugiere que el problema es más complejo de lo admitido inicialmente. Pero la pregunta clave permanece: ¿es este un fallo de planeación o un síntoma de la improvisación que ha marcado la incursión de Sedena en terrenos ajenos a su expertise? Las redes sociales arden con críticas, desde acusaciones de ineptitud hasta señalamientos de corrupción, reflejando la desconfianza ciudadana hacia estas iniciativas.
Mientras el hotel lucha por salvarse del colapso, el caso expone las fragilidades de un modelo que mezcla militarización con turismo. La selva de Tulum, con su ecosistema único, parece estar enviando un mensaje claro: no todo proyecto imponente está preparado para resistir sus desafíos.