El Papa Francisco Rompe con Siglos de Tradición: Entra a San Pedro Sin la Sotana Blanca por Primera Vez en la Historia (VIDEO)
La decisión de prescindir de la sotana blanca no solo rompe con una tradición arraigada, sino que también podría estar relacionada con su frágil estado de salud
Vaticano.- En un hecho sin precedentes que ha captado la atención del mundo, el Papa Francisco, de 88 años, ingresó este jueves 10 de abril de 2025 a la Basílica de San Pedro sin la emblemática sotana blanca que ha caracterizado a los pontífices durante siglos. La imagen muestra al líder de la Iglesia Católica vestido con pantalones negros y una chaqueta oscura, un atuendo que contrasta radicalmente con el protocolo vaticano que establece el uso de la sotana blanca, la pellegrina, la fascia, la cruz pectoral y el zucchetto blanco para las apariciones públicas del Papa.
El momento, registrado en un video, ocurrió en medio de la convalecencia del pontífice, quien apenas el pasado domingo 6 de abril fue dado de alta tras 38 días de hospitalización en el Hospital Agostino Gemelli de Roma. Francisco enfrentó una severa neumonía bilateral causada por una infección polimicrobiana, un cuadro que, según reportes de la agencia Associated Press, lo llevó al borde de la muerte en al menos dos ocasiones durante su internamiento. El Vaticano confirmó que el Papa aún presenta secuelas: dificultades para hablar debido a daños en los pulmones y músculos respiratorios, lo que lo obliga a depender de oxígeno suplementario y a recibir cuidados médicos constantes en su residencia en Santa Marta, a pocos pasos de la Basílica.
La decisión de prescindir de la sotana blanca no solo rompe con una tradición arraigada, sino que también podría estar relacionada con su frágil estado de salud. Fuentes cercanas al Vaticano, indican que el Papa ha tenido que usar mascarilla y ventilador para respirar tras episodios de insuficiencia respiratoria aguda durante su hospitalización, lo que sugiere que el atuendo más sencillo podría ser una medida práctica para facilitar su movilidad y comodidad. Sin embargo, este gesto también resuena con el estilo característico de Francisco, conocido por su austeridad y su tendencia a desafiar las formalidades. Desde el inicio de su papado en 2013, el primer pontífice latinoamericano y jesuita ha optado por gestos de humildad, como rechazar los zapatos rojos tradicionales o vivir en una residencia modesta en lugar del Palacio Apostólico.
El contexto de esta visita sorpresa añade aún más peso al hecho. Según un reporte de Catholic News Agency del mismo 10 de abril, este fue el primer evento público de Francisco en semanas, tras haber cancelado varias celebraciones del Jubileo, incluyendo el rezo del Ángelus dominical, debido a su delicada condición. En un mensaje escrito distribuido durante su primera aparición pública desde su regreso —un saludo desde la ventana de su residencia— el Papa reflexionó sobre su experiencia en el hospital, comparándola con la paciencia del Señor descrita en el Evangelio del día, y agradeció al personal médico que lo atendió. También aprovechó para pedir un alto al fuego inmediato en Gaza y expresó su esperanza por el reciente acuerdo de paz entre Armenia y Azerbaiyán.
La reacción en redes sociales no se hizo esperar. Mientras algunos fieles celebraron la aparición del Papa como una señal de su recuperación, otros, como el usuario @fblanco1251, cuestionaron la autenticidad de la figura en el video, señalando que "ni se parece" al pontífice. Este escepticismo refleja la incertidumbre que ha rodeado la salud de Francisco, cuya edad y recientes crisis médicas han avivado especulaciones sobre el futuro del papado.
Más allá de las conjeturas, este episodio subraya la fragilidad de un líder que, a pesar de sus limitaciones físicas, sigue buscando formas de conectar con los fieles. La imagen del Papa entrando a San Pedro sin su sotana blanca no es solo un hito histórico; es un recordatorio de su humanidad y de su capacidad para desafiar las expectativas, incluso en los momentos más difíciles. Mientras los católicos de todo el mundo continúan rezando por su recuperación —como lo demuestra la vigilia nocturna de rosarios en la Plaza de San Pedro que se ha mantenido desde febrero—, Francisco parece decidido a seguir adelante, aunque sea a su manera.