¿El pepino de mar, la nueva arma contra el cáncer? Un descubrimiento que promete, pero levanta dudas
Investigación de la Universidad de Mississippi destaca un azucarado en Holothuria floridana, publicada en Glycobiology
EU.- Un hallazgo reciente está dando de qué hablar en la lucha contra el cáncer: un compuesto azucarado extraído del pepino de mar, un extraño habitante de los fondos marinos, podría bloquear la enzima Sulf-2, clave en el desarrollo de tumores. Así lo reveló un equipo de la Universidad de Mississippi, en un estudio publicado en Glycobiology, que sugiere que esta sustancia, conocida como fucosilada de condroitina sulfato, podría abrir nuevas vías terapéuticas. La investigación, apoyada por expertos de Georgetown, destaca cómo los glicanos —filamentos en la superficie celular— son manipulados por el cáncer, y cómo este compuesto podría frenar esa alteración.
El entusiasmo es comprensible. A diferencia de algunos fármacos actuales que regulan Sulf-2 y afectan la coagulación —aumentando el riesgo de sangrados—, este derivado marino parece evitar ese problema, según los primeros ensayos en laboratorio y simulaciones computacionales. Además, al provenir de un recurso natural como el pepino de mar (Holothuria floridana), se plantea como una alternativa más segura frente a compuestos extraídos de cerdos, donde acechan riesgos de contaminación viral.
Sin embargo, no todo es tan prometedor como suena. La escasez de pepinos de mar plantea un obstáculo serio: recolectar toneladas de estos animales para producir el compuesto a gran escala es inviable. Los investigadores admiten que la solución pasa por sintetizarlo químicamente, un proceso costoso y aún en pañales. Y aunque los datos preliminares son esperanzadores, faltan ensayos en modelos animales y humanos para confirmar su eficacia y seguridad. La historia de otros compuestos marinos con potencial anticancerígeno —como la pelorusida A, estudiada desde hace décadas— nos enseña que el camino de la promesa al medicamento es largo y lleno de tropiezos.
Este descubrimiento refleja el enorme potencial de los ecosistemas marinos, que albergan más del 80% de la biodiversidad mundial y han inspirado más de la mitad de los fármacos anticancerígenos derivados de fuentes naturales. Pero también pone en evidencia los límites de la naturaleza como proveedor masivo y la necesidad de innovación tecnológica. ¿Será el pepino de mar el próximo gran avance o solo una chispa que se apague? Por ahora, la ciencia nos invita a esperar, con cautela.