El robot que desafía la cancha: ¿Triunfo chino en robótica o espectáculo controlado?
El modelo H1 de Unitree Robotics, desarrollado con investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong, ejecutó con éxito tiros, pases y bloqueos en un gimnasio
China.- En un video que ha dado la vuelta al mundo, un robot humanoide de Unitree Robotics, apodado H1 y potenciado por investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong (HKUST), encesta tiros precisos y dribla con agilidad envidiable. Captado en un gimnasio improvisado, el androide de 1,8 metros y 47 kilos ejecuta pases, bloqueos y rebotes contra jugadores humanos, todo sin cables visibles en la grabación —aunque fuentes técnicas confirman que opera atado a una fuente externa para su batería—. Este demo, presentado esta semana, no es un montaje: lo valida el framework SkillMimic, un avance en IA presentado en CVPR 2025 por el estudiante Yinhuai Wang, que aprende movimientos complejos de videos humanos en solo horas de entrenamiento.
China invierte miles de millones en robótica, con Unitree como punta de lanza desde su Go1 perruno en 2021 hasta este H1, que cuesta unos 90.000 dólares y ya se vende a laboratorios globales. Mientras Boston Dynamics presume de parkour con Atlas, los chinos priorizan interacciones deportivas, un nicho que podría revolucionar entrenamientos NBA o terapias físicas. Pero ojo: este “jugador autónomo” depende de simulaciones previas y no improvisa como un Curry; es un logro en control motor, no en inteligencia general.
Críticamente, impresiona la fluidez —sombras y física del balón cuadran en análisis forenses—, pero ¿para qué? En un mundo con 300 millones de desempleados por automatización (según la OIT), robots deportivos suenan a lujo tech mientras tareas mundanas como cocinar siguen pendientes. Unitree avanza, sí, pero el salto real vendrá cuando estos bichos salgan de la demo y enfrenten el caos impredecible de la vida real. Por ahora, es un mate robótico que nos deja boquiabiertos... y preguntándonos si el próximo rival será humano o máquina.



